Real Madrid

Zidane pone bombas al mercado

Concentrado en ganar hoy en Villarreal, el francés bromea con fichajes de última hora a 24 horas del cierre del periodo de fichajes; su sueño es Pogba

Tomás González-Martín

Zidane ha soportado bien el bombardeo de «fichajes colocados al Real Madrid» desde que se acabó la Liga el 19 de mayo. El club contabiliza 71 futbolistas «introducidos » en su plantilla a lo largo de cien días. El listado de adquisiciones ha sido tan grande que el técnico bromeó ayer cuando falta un día para el cierre del mercado: «Hasta las doce de la noche del lunes pueden caer una o dos bombas». Y sonrió abiertamente. Con esa frase dio un titular que enganchó a toda la prensa y se quitó de encima las preguntas sobre Pogba, Bruno Fernandes, Van de Beek, Eriksen, Neymar y el sursuncorda. Tipo listo el marsellés. Ni le cuestionaron por ninguno de ellos. Y con sus palabras dio luz verde a la posibilidad de contratar a alguno a falta de un minuto para saltar del lunes al martes. Rappel no lo habría hecho mejor.

El Real Madrid tenía 155 millones en la «caja blanca» el 30 de junio, pero después ha pagado fichajes, parte de los 305 invertidos en jugadores esta temporada, y ahora no hay esa cifra en las arcas. La capacidad del club para contratar futbolistas es máxima, como demuestran los 757 millones ingresados en la campaña 2018-19; la clave es que no piensa pagar por un jugador una cifra «escandalosa», palabra que utilizó al Manchester al decir que pedía 200 millones por Pogba

El entrenador no espera una sorpresa de última hora en el capítulo de adquisiciones, salvo que el Manchester United cambie de opinión y admita hoy un precio negociable por Pogba. Su compatriota trancés ha sido la única solicitud constante de Zinedine. Incluso ha frenado la llegada de Van de Beek este año porque quería que el Real Madrid se centrara en contratar al parisino.

Solo una oferta escandalosa

El club inglés se ha mostrado hermético en su postura de no negociar por Pogba: «Paul es nuestro estandarte y solo venderemos por u na oferta escandalosa», contestó Woodward a José Ángel Sánchez, los dos ejecutivos de ambas entidades , cuando el director general español intentó abrir un vía de diálogo para abordar la contratación. «¿Y qué es una oferta escandalosa»?, preguntó Sánchez. «Doscientos millones», respondió su colega británico. «Goodbye». No había más que hablar. Por ese dinero viene Mbappé. El Real Madrid negociaría si el diálogo comenzara en 140 millones.

Los seguidores blancos, que no paran en cuentas, escuchan que su equipo tiene 155 millones en caja y ruegan que el presidente se los gaste mañana hora en una figura, como hizo con Ronaldo Nazario de Lima. Hay que explicar ese extremo, pues no es verdad.

El club no tiene ahora mismo 155 millones en la «caja blanca». Esa cantidad constaba al cierre del balance de la temporada 2018-19, el 30 de junio. Después se han realizado diversos pagos de los 305 millones invertidos en futbolistas. Lo fundamental es que la entidad posee capacidad para emprender cualquier fichaje, pues sus ingresos de 757 millones anuales avalan todas las operaciones que quiera. El quid de la cuestión es que los dirigentes no están dispuestos a pagar cifras «escandalosas». El United lo ha definido perfectamente.

Pogba presiona sin parar para que le dejen marchar, pero el United no cede; el Real Madrid negociaría si el club inglés comenzara a hablar de 140 millones

Inasequible al desaliento, Pogba presiona para conseguir su anhelo y ha manifestado en la sede de Old Trafford hace cinco días que quiere marcharse y que no renovará su contrato, que finaliza en junio de 2021. La respuesta de los seguidores más radicales del Manchester ha sido colocar pancartas en su contra en la sede del entrenamiento diario: «¡Pogba fuera!». A pesar de todo, del ambiente que se ha generado, perjudicial para el francés, su club no cede.

Mientras, el Real Madrid recibe propuestas para cazar a Eriksen en rebajas de última hora por 55 millones. Y escucha que Bruno Fernandes viene ya camino del Bernabéu, y el club que le «ficha» aún no se ha enterado.

Entre tanto bombardeo de los intermediarios, «Zizou» puso las cosas en su sitio con el menos común de los sentidos, el sentido común: «Tengo los mejores jugadores. No me puedo quejar de esta plantilla . Si yo me quejo de estos futbolistas, tengo que dejar mi trabajo. Todos los entrenadores desearían estar en el Real Madrid».

Brahim, Mariano y Lucas Silva

Las «bombas» seguras de mañana son el traspaso de Keylor al PSG y el fichaje del francés Areola como nuevo guardameta del Real Madrid. El costarricense estará en Villarreal como suplente y si no sucede nada extraño vivirá su último partido con el equipo blanco, para viajar mañana a París y convertirse en cancerbero del París Saint-Germain.

Dos compañeros suyos, Mariano y Brahim, deben decidir si aprueban alguna de las propuestas que manejan o si finalmente se quedan. El hispanodominicano está en el mercado. El malagueño estudia u na oferta del Milán para irse cedido durante un año.

Si Lucas Silva no es traspasado hoy o mañana, el club le pagará periódicamente su salario y su ficha hasta acabar la temporada, momento en que acabará su relación con el Real Madrid

El brasileño Lucas Silva también se encuentra en la tesitura de definir su futuro. Está en venta. Le queda una temporada de contrato y el Real Madrid pretende traspasarlo. Si este lunes no es fichado por un equipo, la entidad le abonará mensualmente su salario y los pagos periódicos de su ficha.

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