Zidane, en peligro: «No voy a dimitir»

El Madrid puede jugar en febrero la Europa League. Suena a locura de barra de bar a las cinco de la mañana, que diría Tebas, pero es absolutamente real. Por primera vez en la historia de la Copa de Europa desde que se juega en formato Champions , hace ya 28 años, el club blanco puede verse apeado en la primera fase, y sería por méritos propios. No ha sido capaz de ganarle ninguno de los dos partidos al Shakhtar, quizás el rival con menor potencial del grupo, y desde la primera jornada ha transmitido una clara sensación de caminar al filo del abismo, pero Zidane, muy tocado tras una nueva derrota preocupante, no baja los brazos ni piensa en medidas dramáticas: «No voy a dimitir. Tengo fuerzas para revertir esta situación».

Fue un partido bipolar, como le ha sucedido al equipo blanco en más ocasiones en estos tres primeros meses de temporada tan irregulares. Una primera parte buena , con ocasiones, palos y cero llegadas del equipo rival, y una segunda para tirar a la basura: «En los primeros cuarenta y cinco minutos merecimos el gol y esto hubiera cambiado el partido, pero su tanto nos hizo mucho daño», analizó Zidane, que no cree que sus jugadores tengan falta de fútbol en sus botas: «Hoy hemos presionado arriba, hemos robado balones, hemos creado ocasiones y no creo que sea un problema de juego. Lo único es que nos cuesta meter el primer gol, que siempre hace el partido más fácil. Son rachas y la de ahora no es buena para nosotros, pero vamos a seguir trabajando y a creer en nosotros mismos». Lo cierto es que está en peligro y contra las cuerdas, en uno de sus momentos más delicados en el banquillo blanco, y en la planta noble no se asegura su continuidad. Si el próximo miércoles cae eliminado de la Champions, sus horas estarían contadas.

Se vio al Madrid falto de fuerzas tras el 1-0 local, nada más comenzar la segunda mitad. Se cayó el equipo a nivel mental, pero también de piernas, aunque Kroos lo niega: «No creo que haya sido un tema físico. Yo estoy bien, pero si pierdes los partidos todo es negativo. Si ganas siempre tienes más confianza que cuando pierdes», explicó el alemán, que ya piensa en el decisivo encuentro contra el Borussia: «No nos queda otra que ganar el último partido y luego ya veremos si eso sirve para pasar».

Un encuentro en el que se espera que ya esté Ramos, y en el que Casemiro sea titular. Sorprendió Zidane con el once dejando en el banquillo al brasileño, pero también es verdad que el pivote suramericano estaba apercibido de sanción. Dónde no tiene excusa el técnico francés es en los cambios. Reaccionó tarde, muy tarde. Hasta el 77 no agitó el árbol el francés, cuando el equipo ya estaba abajo en el marcador y mostraba desde hacía veinticinco minutos claros síntomas de fatiga y evidentes desajustes tácticos, como el que propició el primer tanto de los ucranianos: «Hice los cambios cuando pensé que era el momento», justificó Zidane, que vive su peor momento como entrenador del Madrid.