Real Madrid-Arsenal

El Madrid remonta con un Bale en plan estelar y pierde a Asensio

El galés jugó el segundo tiempo, cuajó un buen partido e hizo el primero de los dos goles con los que el conjunto blanco se salvó ante el Arsenal de una nueva derrota (2-2)

El Madrid confirma los peores presagios: Asensio tiene roto el ligamento cruzado anterior

AFP

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El relato de esta historia es interminable, una broma infinita que tiene al personal en vela. Apenas había tenido ocasión de tocar la pelota Gareth Bale , suplente hasta que entró en el segundo tiempo y que desde hace unas horas tenía ya los obituarios escritos, cuando aprovechó un rechace para marcar. Ni lo celebró, y bien mirado tiene todo el sentido del mundo.

El Real Madrid rescató un empate ante el Arsen al (2-2) que terminó edulcorando en los penaltis en un partido donde alternó tramos paupérrimos con brotes que por momentos evocaron a sus días más soleados. Al árbitro le faltaron unas vacaciones, rigidísimo para expulsar a Nacho y Kolasinac, y dejó al amistoso sin un hilo argumental coherente. Suerte de Bale, el único del que se acordarán después de esta irrupción pasmosa.

La primera –y seguramente ni siquiera lo sea– conclusión que arrojan estos 180 primeros minutos de andadura madridista la aporta Zidane . La época del trío de centrocampistas, a la espera de que se una Casemiro y de los designios del mercado, parece ya material de recreación audiovisual. Si ante el Bayern fue Isco el que se sumó a Kroos y Modric como mediapunta, esta vez fue una doble punta sin nueves fijos, con Benzema y Jovic, la que complementó a la pareja de rubios.

El once tenía algo de añejo: Keylor, Nacho, Lucas . Gente que se presuponía de otro tiempo, sopor para quien trasnochaba con hambre de carne fresca.

Quizá por ello Carvajal, Nacho y Ramos consensuaron que allí habían ido a dar espectáculo, o que al menos lo pareciera. Cinco pifias en salida en los primeros siete minutos que desencadenaron en un penalti por mano de Nacho , que de paso se fue expulsado.

Fueron los peores minutos del Madrid, asfixiado frente a la presión del siempre obstinado Emery , acongojado por la amenaza de Lacazette y Aubameyang, plumas frente al cemento que los blancos llevan aún en las medias. Entró Varane por Jovic y la cosa cogió otro color, por más que al rato los estiletes gunners se inventasen el segundo.

Con la brocha gorda llegaron dos de los nuevos, Hazard y Mendy . El belga se quitó la correa y campó a sus anchas por todo el campo, un calco (de movimientos) del jugador que encandiló a Stamford Bridge. Por ahí puede intuirse por dónde irán buena parte de los tiros este año. También cuando se mira para atrás, porque tan invasivo es el ex del Chelsea en campo contrario como transparente en el propio, pero eso será un tema que habrá que solucionar cuando corresponda. Lo suyo es no pensar en pagar la luz y el gas mientras se está de luna de miel. Del lateral francés, dos apuntes: tiene carrocería para fallar y enmendarse en un mismo acto, y más fútbol del que un jugador de su pelaje suele presumir.

A Sokratis, un tipo al que le suelen traicionar los impulsos, le tocó irse a la ducha antes del intermedio, dos amarillas en un suspiro . La roja animó al Madrid: Benzema estuvo a medio pelo de embocar a puerta vacía una asistencia de Carvajal y remató al palo un envío de Kroos. Asensio, en el amanecer del segundo tiempo, repitió madera con un chutazo de los de un Asensio que parecía ya jubilado. 23 años gasta.

Con el mallorquín habían entrado Courtois, Marcelo, Odriozola, Isco... y Bale. Al gol del galés le siguió, con el Madrid atacando en modo ráfaga, el de Asensio . Como no hay historia feliz sin su dosis de drama, el canterano del Mallorca se tuvo que retirar lesionado cuando estaba haciendo un cuarto de hora estupendo que había coronado con un golazo, el del empate. Las primeras exploraciones apuntan a que podría tener el cruzado roto.

Con la batería de canteranos y Vinicius en el campo –y sin noticias de Kubo –, los focos siguieron siendo para Bale. Lo cual tampoco es decir mucho, pues todo lo que fuera verlo de corto ya era de por sí un acontecimiento. Y si encima juega bien, para qué queremos más. A punto estuvo el zurdo, que jugó como delantero, de hacer uno de los goles de la pretemporada con un disparo con el exterior. También salvo otro bajo palos. Y cuando llegaron los penaltis, con tiempo ya para ser consciente de su obra, falló con desgana. Los ganó igualmente el Madrid. Urgen traductores para esta historia.

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