Real Madrid

Odegaard, detalles de clase

El noruego debutó de verdad como titular con responsabilidad y conectó bien con Benzema. Dio buenos pases en ataque, pero jugó escorado a la izquierda y su puesto ideal es en el centro o en el interior derecha

Tomás González-Martín

Sorpresa en el estreno de la defensa del título. Zidane sentó a Casemiro en el banquillo y concedió a Martin Odegaard su primer gran partido como titular del Real Madrid. La suplencia del brasileño hizo pensar en un problema físico. No lo había. Fue una decisión técnica del entrenador, que ensayó un nuevo sistema con Modric y Kroos como medios centros y un triunvirato de medias puntas formado por Rodrygo, Odegaard y Vinicius.

La ambición ofensiva de la Real Sociedad permitió a Zinedine probar ese esquema ofensivo, formado por tres creadores y tres delanteros reales. Y el partido fue un toma y daca de ataques sin futbolistas que cortaran el contragolpe del enemigo. Anoeta vivió un bonito enfrentamiento de ruleta rusa sin público. Pero sin goles.

Zidane demostró que confía en Odegaard. Desde el primer día, titular. Es un mensaje que el noruego ha asimilado. Debe demostrar su calidad para seguir en el once y adquirir potestades en el esquema de juego

La noticia era la titularidad del noruego. Zizou quiso explotar también la motivación del muchacho, que volvía al campo donde triunfó la temporada anterior, Anoeta. El problema es que la presencia de los consagrados Modric y Kroos le obligó a escorarse hacia la izquierda y esa no es su posición ideal.

El nórdico rinde mejor en el medio o por la derecha. A pesar de su colocación, Martin demostró su clase y fue listo. Cuando cogía el balón lo pasaba a la primera, apoyado en su clase. No quiso templar, mirar y dar pases como si fuera el director, aunque está capacitado para ello. Fue una muestra de respeto a Modric y Kroos. Su rapidez en entregar la pelota demostró su precisión. Pronto se comprobó que su entendimiento con Benzema es una conexión de futuro. El ariete agradecía esas paredes al primer toque para romper a los centrales y Odegaard era un enlace perfecto. El único «fichaje» del campeón de Liga generó una clara oportunidad de gol en una diagonal tirada hacia el delantero francés que la defensa donostiarra cortó in extremis.

Zidane demostró que confía en Odegaard. Desde el primer día, titular. Es un mensaje que el noruego ha asimilado. Debe demostrar su calidad para seguir en el once y adquirir potestades en el esquema de juego.

Kroos, más responsabilidad

El cambio táctico de Zidane supuso que Kroos haya adquirido mayores responsabilidades de las que ya asumía. La presencia de Modric y Odegaard significó que el alemán retrasara su posición y se colocara entre Ramos y Varane para recibir el balón y sacarlo jugado ante la presión del once de Imanol, que mordía arriba.

Odegaard enseñó sus mejores virtudes cuando cogió el balón en el centro y buscó el pase letal. Ahí plasmó su genialidad. El Real Madrid tenía más la pelota, con el noruego como tercer mimbre creador, pero no marcaba. Benzema lanzó un trallazo que Remiro rechazó. El campeón de Liga acusaba falta de potencia y de velocidad. Y Zidane encendió sus dos motores que estaban en la reserva.

El gol no llegaba y Zidane hizo debutar al joven Marvin en un triple cambio junto a Casemiro y Valverde, que sustituyeron a Odegaard, Modric y Rodrygo. Ganador de la Youth League , el chaval, de padre nigeriano y nacido en Mallorca, es un extremo derecho de gran velocidad. El responsable del conjunto blanco quiso explotarla. El chico cubrió el puesto de Rodrygo, mientras Casemiro y Valverde era los nuevos pivotes que inyectaron fuerza al equipo. Kroos se situó como director.

Martin Odegaard disputó setenta minutos en su estreno de verdad como jugador importante del Real Madrid. Zidane espera que sea un hombre relevante en su esquema .

Criticado por confiar siempre en la vieja guardia, la apuesta del técnico francés por Odegaard, Marvin y Arribas, que salió al final, era todo un mensaje del cambio que necesita ejecutar en el equipo. Jovic y Mayoral estaban en el banquillo. Marvin tuvo detalles, pero en veinte minutos no se pueden demostrar las virtudes. Elustondo le privó de un remate de gol en un rechace. El canterano lo lamentó.

El Real Madrid volvió a dominar un partido y a sufrir esa carencia de gol que le definió hasta marzo y que solventó en las once jornadas que le dieron la última Liga en julio. Es la asignatura pendiente del campeón para volver a serlo. Y que los árbitros piten penaltis como el cometido sobre Mendy, dicen en el club blanco.

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