Real Madrid

Mariano se rompe la nariz en su renacer

El ariete, que no había jugado esta temporada, sufrió una fractura en la cara en una aparatosa caída tras un duelo aéreo

Mariano, durante la acción que le provocó una fractura en la nariz Efe
Tomás González-Martín

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Buscaba esta oportunidad. La necesitaba. Ancelotti fue claro con Mariano Díaz Mejía en julio. Tenía por delante a Benzema y a Jovic. El delantero español de origen dominicano negoció en agosto con el Valencia y con el Rayo Vallecano y decidió quedarse en el Real Madrid. No jugaba desde la última jornada de la pasada Liga, en mayo. Cinco meses después, el tanque nacido en Premiá de Mar hace 28 años reapareció, realizó un buen partido, dio un gol a Vinicius con un taconazo de oro, remató balones imposibles y se partió la cara por el club de sus amores, al que llegó hace nueve años. Tras el partido, los servicios médicos del conjunto blanco comunicaron que el delantero se había roto la nariz tras una aparatoso caída durante el encuentro ante el Elche. «No puedo estar más contento por mi debut y la victoria del equipo, pero lamentablemente, tras una mala caída, he sufrido una rotura de la nariz de la que tengo que ser operado. Estaré unos días fuera, deseando desde ya volver con mis compañeros», reconoció en su cuenta de Instagram esta noche.

Lo da todo por el Real Madrid porque ama su casa, se ve cada vez que salta al campo. En Elche se pegó con todos los defensas y, al final, se rompió la nariz en una dura caída al intentar cazar un balón aéreo, con el agravante del pisotón posterior de Marcone. El tabique nasal de Mariano quedó como el circuito del Jarama, lleno de curvas. Se lo colocaron en el vestuario. Sufrió además una brecha en la frente, a la altura de la sien, consecuencia del pisotón con los tacos. Cuatro puntos de sutura atajaron la herida. Hoy se someterá a pruebas médicas para constatar cómo se encuentra la nariz y saber si puede estar listo para medirse el miércoles al Shakhtar en el Bernabéu.

Mariano rindió muy bien y demostró que lo que necesita es continuidad. Ancelotti deberá manejar las situaciones del dominicano y de Jovic para que no pasen mucho tiempo sin jugar

Mariano aprovechó su oportunidad, pues es tercer plato como delantero centro de la plantilla. El descanso concedido a Benzema y el esguince que soporta Jovic desde hace dos semanas le permitieron ser titular en el Martínez Valero. Ancelotti fue claro en esta jerarquía: « Jovic tuvo un esguince de rodilla y por eso he elegido a Mariano. Me ha gustado cómo ha jugado, comprometido, ha dado una fantástica asistencia a Vinicius en el primer gol y ha finalizado cuatro veces con mucho peligro. Hizo un buen partido».

Valoró ese saber esperar del delantero. « Un futbolista tiene que ser así. Si no juega, tiene que aguantar y cuando llega su momento hacerlo bien. Lo ha hecho muy bien. Ojalá que vaya a seguir así».

A pesar del destrozo en la cara, Mariano disputó los noventa minutos y fue atendido por los médicos, preocupados, cuando De Burgos Bengoechea señaló el fin del encuentro. Ancelotti deseaba que marcara un gol, porque se lo merecía. El ariete estuvo a punto de conseguirlo en un remate en plancha con un movimiento de anticipación ante la defensa rival que sorprendió a todo el mundo. Su cabezazo lo detuvo Kiko Casilla, un guardameta que ha jugado a su lado hace cinco años y que adivinó la dirección del balón.

Mariano rindió muy bien y demostró que lo que necesita es continuidad. Ancelotti deberá manejar las situaciones del dominicano y de Jovic para que no pasen mucho tiempo sin jugar.

El entrenador madridista ha manejado bien la situación de Vinicius para darle consejos y sacar provecho a su calidad y su velocidad. Ha hecho lo que el club le pidió, que diera libertad al brasileño. El extremo, sin freno, es imparable. Marcó dos golazos. «No he hecho nada, no soy un mago, le he dado confianza, es joven, está aprendiendo, es muy veloz y le he dicho que penetre hacia el centro del área para que remate», contesta el italiano con humildad. Ha hecho mucho más. Le ha exigido disparar a la primera, tomar una decisión rápido y no dudar. El resultado es visible.

Lo que el técnico visitante no desearía ver nunca más es el error que permitió el tanto verdiblanco, en un mal pase de Casemiro que generó una situación de gol, con Toni Kroos como central prosisional. Su rapapolvo fue didáctico: «No manejamos bien el final del partido. Aunque ganemos con dos goles de diferencia y el contrario juegue con diez, hay un árbitro que no ha dicho que esto ha terminado y nos hemos complicado. Afortunadamente tenemos tres puntos más».

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