Real Madrid

Karim Benzema, un nueve intocable

El Madrid es consciente que necesita reforzar su delantera pero no a cambio de quitarle protagonismo al ojito derecho de Zidane y del club

Rubén Cañizares

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hace diez años, Florentino Pérez decidió coger un avión privado con destino a Lyon. Del aeropuerto de la ciudad francesa se fue en un coche de alta gama de color negro y lunas tintadas al periférico barrio de Bron, la zona con mayor índice de delincuencia de Lyon. Allí se crió Benzema y allí sigue viviendo su familia y sus amigos de la infancia. Con traje oscuro y gafas, Florentino Pérez se bajó del vehículo y llamó a la puerta de la casa de Hafid, el padre de Karim : «Vino a mi casa en Bron y eso fue muy importante. Habló en francés y me hizo entender que realmente me quería para el Real Madrid. Y ese era mi sueño como futbolista», explicó Benzema semanas después de consumarse su fichaje por la entidad de Concha Espina.

35 millones de euros pagó el club blanco al Olympique por la contratación del ariete francés, prematura estrella en la Ligue 1, en la que debutó con 16 años, y fichaje de élite en el inicio de la segunda era de Florentino como presidente del Real Madrid. Nunca antes el mandatario blanco se había presentado en persona en la casa de un futbolista en el que estuviera interesado. Y nunca más lo ha hecho. Para Pérez, Benzema siempre será el ojito derecho del equipo y con Zidane, el amor del club hacia Karim se ha convertido en infranqueable.

Tanto que si no ocurre nada extraño en la esperada e inevitable venta de Gareth Bale , la próxima temporada solo una de las tres patas de la BBC seguirá en el club, y esa será la de Benzema: «Es incuestionable su presencia en el nuevo proyecto de Zidane. Es nuestro tercer capitán y uno de los futbolistas con más calidad de la plantilla», explican en el Madrid.

El escudo de Zidane

Karim es un nueve especial. Un delantero con alma de diez que ha sido titular indiscutible con todos sus entrenadores, incluso cuando el galo se ha pasado meses sin ver portería o sin influencia alguna en el juego del Real Madrid . Esa época coincidió con Zidane como entrenador y encontró en su compatriota el mejor escudo ante las numerosas críticas que le acusaban de ser un futbolista con sangre de horchata, sin punch en los partidos decisivos y cobijado bajo la gigantesca sombra de Cristiano, que con su riada de goles tapaba las carencias materializadoras de Benzema: «Un delantero tiene que saber jugar a fútbol, no solo meter goles. También me gusta dar asistencias, participar en el juego, hacer movimientos de los que se aprovechen otros compañeros... Hay gente que no entiende lo que hago en el campo, pero yo juego al fútbol para hacer historia», se justifica Karim.

Benzema no solo ha sido el único jugador al que Florentino ha ido a su casa para convencerle de su fichaje por el Real Madrid . También tiene el honor de ser el primero en levantarle de su asiento en un palco. Fue precisamente en Lyon, en el Stade Gerland, en el partido de ida de los octavos de la Champions 2011. Un gol de Karim, vital para pasar a cuartos, muro del Madrid desde 2005, provocó esa inesperada reacción en el mandatario blanco, siempre sobrio y templado en sus gestos públicos cuando se sienta en la zona noble de un estadio como presidente del Real Madrid. Solo el histórico gol de Sergio Ramos en Lisboa, en la final de 2014, nos dejó una imagen similar a la de Lyon.

Mimos en las malas

Y es que Benzema siempre ha encontrado en el Real Madrid el refugio a una carrera salpicada por algunos episodios extradeportivos que a cualquier otro jugador le hubiera costado quizás su marcha del club. Sanciones por conducir a 216 kilómetros por hora, sin carné, y hacer carreras ilegales con deportivos de lujo; estrellar un Lamborghini en Isla Reunión durante sus vacaciones de invierno; e, incluso, quedar expulsado de la selección de Francia por un supuesto chantaje sexual a su compañero Valbuena. Nada ha minado su estatus de estrella. Tampoco en sus momentos deportivos más delicados: «Es una vergüenza que Lineker diga que Benzema está sobrevalorado, porque es el mejor», dijo Zidane en octubre de 2017 tras caer el Madrid en Wembley ante el Tottenham (3-1) en la fase de grupos de Champions.

La realidad es que tras diez temporadas de blanco, Benzema es el sexto máximo goleador de la historia del Real Madrid (215) y el cuarto de la Champions (60), datos contra los que es complicado debatir. Por eso, Benzema seguirá siendo titular indiscutible el próximo curso. Una cosa es tener claro que el equipo necesita un segundo delantero de más entidad que Mariano, y otra que reforzar el puesto de nueve vaya ser compatible con una pérdida de protagonismo de Benzema, el nueve intocable del Madrid.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación