Real Madrid

Hazard marca sus plazos

El belga decide con Zizou y con los médicos cuando regresa y aún no se ve al cien por cien. Jugará el miércoles en el Di Stéfano frente al Granada

Tomás González-Martín

¿Por qué me pasa a mí esto ahora? Es la pregunta que se ha hecho Hazard durante catorce meses que han cambiado su vida. En el Chelsea nunca se lesionaba. Una operación en el peroné hace cuatro años era su único altercado físico. Fue la patada de Meunier en la Champions la que alteró su carrera en noviembre del año pasado, una fisura en el mismo peroné. Desde entonces todo han sido lesiones y roturas. Cuatro meses más tarde, en febrero, frente al Levante, sufrió otra fisura a unos centímetros de la anterior. Comprobó con hechos muy duros que la zona afectada se ha quedado muy débil ante cualquier impacto. Las lesiones musculares fueron el otro «hándicap», en unas piernas muy fibrosas.

Es un caso especial. Su calidad es indudable y si se encuentra bien estará en el once con seguridad. «La falta un poquito», señala el técnico francés

Una dolencia en el recto fue su último percance. Ya se encuentra recuperado y hoy podría jugar en Éibar, donde la temporada pasada realizó uno de sus mejores partidos. Ha retrasado su reaparición al miércoles, en casa frente al Granada, una decisión que ha reflexionado con Zidane y con los médicos.

El quid de la cuestión es que el propio futbolista es quien mejor conoce su estado y quien determina cuando vuelve a la competición. Es un caso especial. Su calidad es indudable y si se encuentra bien estará en el once con seguridad. «La falta un poquito», señala el técnico francés. Si el belga hubiera decidido viajar hoy a la ciudad guipuzcoana, Zizou le habría concedido minutos en el segundo tiempo, sobre todo si el resultado exigiera un golpe de clase para marcar la diferencia, como hizo en Ipurúa hace trece meses. Ha preferido esperar. « Necesitamos a Hazard, pero hay que tener paciencia y tranquilidad, no hacer tonterías, no hay prisa, lo importante es que se sienta bien». Las palabras del entrenador son el altavoz de las sensaciones de la estrella, que costó 105 millones más unos bonus que pueden hacer crecer mucho el precio.

«Eden», como le llaman todos, se considera en deuda con el club madrileño porque no ha podido devolver la inversión arriesgada por la entidad después de tres años de perseguir su fichaje, solicitado con insistencia por Zidane desde que cogió las riendas hace casi cinco años, el 4 de enero de 2016.

28 partidos en total

Esa plaga de problemas físicos han supuesto que únicamente haya disputado 28 partidos en año y medio, 22 la pasada campaña y seis en la actual. Si en el curso anterior solo firmó un gol, dato que extrañó a Zinedine, en el presente lleva dos tantos. El gran reto de Hazard es enlazar cinco encuentros consecutivos y coger el ritmo de competición. Musculado, para el delantero es esencial jugar, pues manifiesta que cuando adquiere la forma perfecta es en una secuencia de partidos. Los entrenamientos le colocan a punto, pero nunca al cien por cien.

El Real Madrid ha estudiado las causas de sus dolencias musculares, pues no era víctima de ellas en el Chelsea. Llegó al equipo blanco hace dos veranos y en la pretemporada norteamericana se rompió el cuádriceps. Ahora ha sido el recto. Se ha comprobado su alimentación. Se analiza que han sido las dos fisuras las que han afectado a su físico al jugar sin querer forzar la pierna operada. La descompensación se nota. Otro factor determinante en sus reapariciones ha sido el temor a romperse de nuevo. Había un problema psicológico en cada retorno a los partidos. Lo superó. También había precipitación, querer volver ya. Ahora está tranquilo y jugará cuando se sienta perfecto. Ya ha vivido demasiados momentos de regresar a la competición y caer otra vez a los dos encuentros. Ahora no habrá ansiedad.

El Real Madrid ha echado de menos, especialmente en Champions, la jerarquía de una figura. Hazard vino para cubrir esa necesidad y no ha podido por todas estas circunstancias. En los entrenamientos es el mejor. Desborda, dirige, manda en ataque, crea las acciones decisivas. Es lo que le falta al Real Madrid en las grandes citas.

Hoy no estarán Hazard ni Vinicius, víctima de una gastroenteritis. Tampoco Isco, que se duele de un fuerte golpe en un tobillo y será sometido a pruebas médicas en cuestión de horas. Asensio puede tener otra oportunidad. Odegaard también es alta y aspira a disfrutar de minutos.

Zidane suma cuatro victorias consecutivas y quiere conseguir cinco, una plusmarca en esta temporada tan convulsa. Puja por la Liga, su torneo preferido, y lo demuestra con pocas rotaciones. Recuperado Valverde para la causa, el responsable de la plantilla cuenta con Hazard y Odegaard para abrir el abanico.

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