Las matemáticas no son opinión

La Liga no se gana por un k.o. casual, o un relámpago de inspiración, o una tarde feliz, ni siquiera por lograr un once estable y seguro. El tópico recuerda que es el torneo de la regularidad. Y como advirtió George Steiner, «los estereotipos son verdades cansadas». Serán cansadas, incluso ruinosas pero ahí permanecen. Las matemáticas no son opinión. El Real Madrid es campeón de Liga porque es el que más puntos ha sumado, hasta hoy, y queda, esta noche de calores saharianos, frente al Leganés. Parece fácil, ahora, pero ganar diez de diez, mantener la puerta a cero en buena parte de esos partidos, no recibir en contra más de un gol, mantener una disciplina ejemplar en un momento tan imprevisible como ha sido retomar el campeonato tras el confinamiento, conjurar a toda la plantilla (salvo esas dos extrañas excepciones de Bale y James) como si solo fueran uno, y ese uno fuera esencial, mover el banquillo con una sensibilidad extrema para que ninguno se sintiera fuera, incluso Brahim que apenas ha jugado y, sin embargo, en palabras del propio Zinedine Zidane, ha mostrado un comportamiento ejemplar, es la demostración más clara y contundente de lo que debería ser, en este caso es, un equipo.

Es el primer título de Liga pos-Cristiano. Logrado con algo inédito hasta hoy: el número de jugadores que han marcado. Pareciera como si a uno le hubiera sustituido una veintena. Todos implicados, todos atentos, nada de resquemores, ni mosqueos, ni figuras. Lo curioso es que apenas, salvo la salida de Cristiano, hubo cambios en la formación básica ganadora de las Champions de 2018. Cuando todo anunciaba el declive van y resurgen. Courtois se hace con la portería; Ramos resucita; Varane se afianza; Modric despliega una capacidad, con sus treinta y cuatro años, inusitada; Kroos recupera su sabia serenidad y Benzema se hace con la vieja corona de los goles. Además, mientras unos entran y otros salen, Vinicius aprende sosiego; Rodrygo, riesgo; Fede Valverde, tiempo y Mendy rompe las ataduras de la banda izquierda.

Ya llegará Hazard, ya se despertará Militao; ya regresará el mejor Asensio. Galácticos, a los veinte años de la llegada de Florentino Pérez a la presidencia, son todos. Ese es el verdadero éxito. Por eso las matemáticas no son opinión.