Real Madrid - Barcelona

El doble invento suicida de Ancelotti

Modric de falso nueve en la primera mitad y defensa de tres en la segunda, un lío mayúsculo

Ancelotti, caótico, rinde a Xavi el Bernabéu

Luka Modric, agarrado por Gerard Piqué en el Bernabéu EFE / Vídeo: Declaraciones de Xavi y Ancelotti tras el partido de este domingo - ATLAS
Rubén Cañizares

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La noche más negra de Ancelotti como entrenador del Real Madrid coincidió con una camiseta de ese mismo color que conmemoraba los 120 años de vida del equipo blanco, cumplidos el pasado 6 de marzo. Experimentos que, habitualmente, no suelen salir bien. No encontrará el madridismo ni una sola razón para comprar esta elástica de edición única, que ya entra por decreto en la historia negra, negrísima de las camisetas del Madrid. Tampoco escribirá Carletto en su hoja de méritos el nefasto planteamiento ante el Barcelona que le costó una de las derrota más hirientes de la historia de los clásicos en el Santiago Bernabéu, junto al 0-5 de 1974 y el 2-6 de 2009.

Modric de falso nueve, Valverde con Casemiro de doble pivote, Kroos a caballo entre en el centro del campo y la ayuda a Luka en presión alta... El pifostio táctico que montó Carlo Ancelotti en el primer tiempo del clásico puede que no le pase factura material porque la Liga la tiene en el bolsillo, pero ha hecho sonar el botón de alarma. Ganar merecidamente la Liga no debería ser compatible con el histórico meneo del Barça. Sensaciones preocupantes de cara a lo que está por venir, que no es otra cosa que una complicada eliminatoria de Champions contra el Chelsea: «Es duro, un golpe porque es un clásico y lo sentimos por la afición, pero tenemos que tener calma y no hacer un drama. Esto puede pasar en fútbol. No hemos sido reconocibles y ha salido todo mal. Tenemos que olvidarnos y mirar hacia adelante. A los jugadores le he dicho que ha sido mi culpa. Yo puedo fallar una vez, pero dos es bastante raro. Estamos en cuartos de Champions y con nueve puntos de ventaja sobre el segundo. Esto es a lo que merefiero cuando hablo de tener equlibrio y tranquilidad», reflexionó Carletto

A priori, Ancelotti no tenia motivos para preocuparse por las consecuencias de una posible derrota, teniendo en cuenta la amplia ventaja que dispone respecto al Sevilla, Barça y Atlético , sus tres inmediatos perseguidores. Numéricamente, solo ha perdido tres puntos y mantiene nueve sobre los andaluces, doce respecto a los azulgranas (con un partido menos) y otros doce con los de Simeone, pero la imagen fue tan deprimente y vergonzosa que algunos madridistas se fueron ayer a la cama con cierto miedo. Seguramente los mismos que abandonaron el Bernabéu en el minuto 50, cuando el Barça hizo el 0-4. Por el camino solo quedan 27 puntos, pero hay que visitar en Pizjuán y el Wanda, entre otras piedras que le quedan por esquivar a los blancos: «No hemos estado cómodos en ningún momento. El Barça ha hecho un gran partido, nos ha anulado en todas las líneas. Hay que darle la enhorabuena, pero seguimos líderes, sacando muchos puntos y todo depende de nosotros. Anímicamente es duro por perder el partido que es, pero hemos sacado una buena ventaja todo el año y ahora lo que tenemos que hacer es mantenerla. Van a ser unos días jodidos, pero esto es el Real Madrid. Hay que levantarse», reflexionó Nacho, ayer capitán ante la ausencia de Benzema y la suplencia de Marcelo.

Ancelotti decidió sustituir al lesionado Karim colocando al futbolista más talentoso en su lugar, error que tardó cuarenta minutos en corregir, justo en el córner del 0-2 de Araujo. Ver a Modric encimar a Ter Stegen y pasar desapercibido de falso nueve, mientras el Barcelona hacía todo tipos de rondos en el centro del campo, fue un clavo en el ojo del aficionado madridista. Esa pieza, mal colocada, provocó un absoluto desorden en todas las líneas blancas, hasta el punto de generar confusión hasta en los dos jugadores más fiables esta temporada, Militao y Alaba . Brasileño y austríaco fueron superados en velocidad y por alto, dos de sus mejores virtudes.

Tras el descanso, Ancelotti lo estropeó todavía más retirando a Carvajal y Kroos e introduciendo en su lugar a Camavinga y Mariano. Un doble cambio con otra novedad táctica. Defensa de tres, sistema nunca utilizado por el italiano, con Nacho, Militao y Alaba, que tardó dos minutos en explotar en un mano a mano que echó fuera Ferran, y con el 0-3 del propio Torres en la jugada siguiente. La solución, vuelta a la defensa de cuatro, con Casemiro, cuya mejor virtud no es la rapidez, de central, para acabar con una defensa conformada por Lucas, Militao, Casemiro y Alaba de lateral izquierdo. Pandemónium absoluto: «Han jugado mejor y tras los dos primeros goles ha sido imposible entrar en el partido. Con Modric de nueve queríamos tener más control del balón y apretar más arriba, pero no ha salido. Cuando se han adelantando en el marcador hemos perdido el control, han encontrado espacios entre líneas y nos han hecho daño. Con los tres defensas en la segunda parte hemos buscado un uno contra uno atrás para apretar más con los medios, pero tampoco ha salido. Mi culpa», volvió a repetir Ancelotti, el gran señalado del clásico.

Courtois , el mejor de los blancos, tampoco se mordió la lengua: «De la táctica debemos hablar internamente. No ha salido ni al principio ni en el segundo tiempo. Este escudo merece que luchemos fuerte y duro, y dejamos de luchar en el segundo tiempo. Es una imagen inaceptable para este club. El resultado podía haber sido mucho peor».

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