La difícil renovación de Lucas Vázquez

Galopa más de once kilómetros por partido. En San Siro seguía corriendo cuando los jugadores del Real Madrid iban al avión, «frena ya nene », después de dar el pase perfecto para que Rodrygo marcara el 0-2. En el Camp Nou fue clave en la victoria por 1-3. Se llama Lucas Vázquez, es muy querido en el vestuario, su disciplina disciplina es ejemplar, acaba contrato en junio y su renovación es muy difícil por culpa de la pandemia, que ha roto la caja de negocio.

Lucas y Modric comparten, al igual que Ramos, que tiene preferencia, este compás de espera. Es la crisis del Covid-19 la que frena todas las decisiones. Florentino Pérez dirige el club como una empresa y no ha determinado las renovaciones porque todo depende del negocio. Si la tienda sigue cerrada, con el merchandising en barbecho, sin taquillas, sin partidos veraniegos, con la tienda funcionando a medio gas, las cuentas no cuadran. La casa blanca ha rebajado su presupuesto un 26 por ciento, de 822 millones a 615 millones, y las renovaciones se estudiarán con detalle.

No es lo mismo Lucas que Ramos, ni Lucas que Modric, los tres hombres que acaban contrato en junio. Son situaciones diferentes. El gallego de Curtis es un buen futbolista, pero en julio cumple la treintena y la entidad analiza con minuciosidad cada caso. Es un futbolista válido, como lateral y como cuatro centrocampista por la derecha. Es titular, sin serlo fijo. Sin embargo, como delantero tiene a Marco Asensio, Luka Jovic, Rodrygo Goes y Vinicius como rivales internos , hombres más jóvenes. Y como defensa derecho está Carvajal como rey del puesto. No es un titular intocable y en esta diatriba la crisis económica afecta.

El club reflexiona que si el coronavirus impide la apertura total del negocio hasta septiembre del próximo año, tiene que rebajar costes y salarios. Y es duro decir que entonces tendrá que hacerlo con jugadores que acaban contrato, pues los que ya no pueden ofrecer más al equipo tienen contrato en vigor y hasta ahora no han querido irse.

Hay que hablar claro. Hoy, Isco y Marcelo están amortizados en todos los sentidos. No pueden dar más. Para el Real Madrid sería conveniente aligerar esas fichas. Si así sucediera, como Isco deja entrever, Lucas podría renovar. Zidane lo renovaría ahora mismo en una realidad normal. La vida que tenemos hoy, sin embargo, no es normal. El Real Madrid atrasa su postura sobre las renovaciones de Lucas y de Modric hasta conocer con más datos cuando se aplicará la vacuna y cuando el mundo podrá comenzar a ver cierto regreso a la vida anterior. El club madrileño teme que la vacuna no sea mayoritaria hasta el siguiente otoño y que la apertura de todo el negocio del fútbol no sea efectivo hasta ese momento. En esta incógnita, los veredictos se aparcan. Modric y Lucas están a la espera. Y el Real Madrid negocia con Ramos un contrato por menos dinero.