Real Madrid

El clásico de Bale

Cristiano ya no le tapa. El galés sabe que es la hora de coger el testigo del Real Madrid, el que le otorgó Lopetegui, en una situación clave

Tomás González-Martín

Lopetegui habló con Bale en julio para que cogiera el timón del barco . El nuevo entrenador le entregaba los poderes tras la dimisión de Cristiano. Si los había solicitado siempre, había llegado su hora. Ya no viviría a la sombra de la responsabilidad asumida por el portugués. Era el nuevo referente. Mañana ataca el primer clásico como líder, sin el ganador de cinco Balones de Oro a su lado. Debe demostrar ese poder en un partido que marcará muchos futuros, empezando por el técnico, pero continuando por bastantes jugadores.

Los jugadores han hablado en la cocina blanca y han expuesto su unidad para comenzar la reacción, eliminar la tensión del club y «callar muchas bocas»

El Real Madrid se encuentra en la misma diatriba que Zidane sufrió el 27 de febrero de 2016, cuando el Atlético venció 0-1 en el Bernabéu y manifestó ante la prensa unas palabras que antes expuso al vestuario: «Si seguimos así, me echarán a mí, pero en junio se marcharán muchos jugadores». Y el francés colocó a Casemiro y Lucas como revolución triunfal. Ahora, el club pisa el mismo sendero. Si los profesionales no reaccionan en el césped, habrá cambios en el once, ahora, y en el porvenir de bastantes integrantes del plantel en junio. Bale es uno de los líderes que tiene que asumir ese rol de cambiar la situación . Vinicius puede ayudar, porque tiene vía libre para jugar el clásico .

Vinicius puede jugar mañana. El Comité de Apelación dio la razón al Madrid y quitó la segunda tarjeta sufrida por Vinicius en el Celta-Castilla de Segunda B. El brasileño podrá disputar el clásico

El devenir del galés esta temporada es un espejo de la trayectoria del Real Madrid de Lopetegui. El británico comenzó muy bien el curso. Brilló incluso en solitario cuando el equipo iniciaba la crisis con la derrota en Sevilla. Y sus problemas en un aductor cortaron su rendimiento. Pidió el cambio en el descanso frente al Atlético (0-0). No estuvo en Moscú (derrota por 1-0). Y disputó medio tiempo en Vitoria (derrota por 1-0). El mismo descenso de nivel sintió el conjunto blanco con las dolencias añadidas de Isco, Carvajal, Marcelo, Benzema y Odriozola.

Su balance personal de campaña son once partidos (ocho de Liga), cuatro goles (tres), cuatro asistencias (dos) y nada menos que 43 disparos a portería y otros 22 fuera en 852 minutos de juego real. Esa balacera de remates evidencia la ansiedad y la necesidad de marcar que han vivido el Real Madrid y sus atacantes cuando las cosas empezaron a torcerse.

«Dos goles en el Camp Nou»

Hace una semana el entrenador deseaba reservar a Bale para el clásico con un trabajo específico que le recuperara de su dolencia, pero la mala racha de resultados exigió alinearle frente al Levante, en el segundo tiempo, y el Viktoria Pilsen. El británico afirma que se encuentra bien para jugar en el Camp Nou y coger la bandera del madridismo cuando más se le espera. Formará en el ataque junto a Benzema.

Bale ha anotado un gol en el Camp Nou Sucedió en el último clásico. «En verdad he marcado dos», asegura. Hace dos años le anularon un golazo de cabeza: «Áun no sé por qué». Piensa que con el VAR no habría pasado.

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