Marc Márquez
Marc Márquez - AFP

MotoGP | GP CataluñaLa incertidumbre del campeón

Dos ceros en seis grandes premios crean dudas en Marc Márquez, que no encuentra la regularidad que exige defender la corona de MotoGP

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Marc Márquez mira con optimismo este Gran Premio de Cataluña. Consiguió, por fin, liderar los tiempos en la sesión del viernes por primera vez en este curso, aunque no sirvió de nada porque los pilotos decidieron cambiar el trazado a última hora y se eliminaron los cronometrajes. Vuelta a empezar hoy. Es lo que ocurre en este Mundial 2017 tan cambiante. Son los neumáticos, es el trazado, el calor, es el conjunto. Lo peor, la inestabilidad en la que vive Márquez este curso, con destellos y sufrimiento a partes iguales, incapaz de encontrar la regularidad que requiere defender la corona.

Lleva ocho caídas en seis grandes premios, dos de ellas en carrera: Argentina y Le Mans. Dos ceros que, sin ser insuperables, crean incertidumbre.

El curso pasado Marc Márquez también se cayó, en Australia, con el título en la mano. La moto no es tan problemática como la de inicio de 2016, pero sigue sin ser perfecta. «Tren delantero», muecas, muchas conversaciones en el garaje, pocas sonrisas y demasiados comodines gastados ya antes del ecuador del campeonato.

«Me pasaban de dos en dos», «he sufrido todo el tiempo con el tren delantero, no podía frenar fuerte», «tenemos problemas acelerando», «no he encontrado agarre», «hemos sufrido mucho», «es difícil entender los neumáticos y hallar la solución»... Son algunas de las frases que acompañan a sus fines de semana, con brillos en Austin -victoria- y Jerez -segundo-, pero cuarto en Qatar, ceros en Argentina y Francia, sexto en Italia. Como conclusión, cuarto en el Mundial, a 37 puntos del líder, Maverick Viñales, y sin certezas de un domingo para otro.

«Lo veo forzado, con errores, demasiadas caídas y sustos», afirma Jorge Lorenzo, desde el exterior de la pelea. «No tienes la oportunidad de ir rápido. A una vuelta o dos, puede, pero no está todo perfecto», corrobora Dani Pedrosa. Es un problema congénito, falta de control delante porque hay que apretar más al frenar, y neumáticos que cambian cada semana. Que no siempre favorecen; y que siembra las dudas, sin poder comparar de un día para otro. Pedrosa ganó en Jerez y cayó en Le Mans. Sustos que impiden luchar por el podio o los puntos. La razón: ir al límite. De la moto y de su pilotaje.

Trazado de 2016

En 2016 lidió con una indómita moto y aprendió a buscar los puntos antes que las victorias. En 2017, no encuentra la calma para ello porque vive al límite de sus condiciones. «Tenemos que ir al máximo para estar al nivel de las Yamaha. Ese es el problema, el riesgo entrando en la curva, donde sufro más. Pero no sufro y entro lento, sufro porque ya entro al límite», afirmaba sin tapujos antes de llegar a Montmeló.

Y en Montmeló, aunque ve atisbos de luz, otra situación incontrolable. El nuevo trazado construido para mejorar la seguridad tras el accidente de Luis Salom el año pasado es, según la mayoría de los pilotos, todavía menos seguro. Hubo plante general para regresar a la solución que se adoptó en 2016: la chicane de Fórmula 1. En consecuencia, los tiempos se anulan y la pole se decidirá con lo que hoy ocurra. Uno de los pocos a los que le gustaba el nuevo circuito era Márquez, que lo probó hace dos semanas. Por eso se sintió fuerte. Aceptada la nueva solución, quiere confirmarlo. Encadenar, por fin, tres buenos días. Está a 37 puntos. No es insalvable, pero necesita estabilizar la moto, su pilotaje, un Mundial con demasiada incertidumbre.

Ver los comentarios