MotoGP: Estiria

Jorge Martín se corona en la cilindrada reina

El madrileño gana su primera carrera de MotoGP con una Ducati satélite, en una bonita lucha con el campeón del mundo, su compatriota Joan Mir

La moto de Savadori ardió y Pedrosa, a quien se ve con el mono de Red Bull, chocó con ella; hubo bandera roja
Tomás González-Martín

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El Mundial de MotoGP se encuentra tan peleado, tan competido, que cualquier caída, cualquier incidente, es muy importante. El retorno de las vacaciones ofreció una carrera espectacular en Austria, con 23.000 espectadores en las gradas ansiosos de motociclismo. Desde que Marc Márquez se lesionó, hace dos años, el campeonato es una lucha periódica en la que no hay un favorito claro y el que se considera tal, pronto cae en un rol secundario. Quartararo es ahora un líder sólido, pero no puede cantar victoria. Las poles son una lotería, como las carreras, porque la igualdad es máxima .

Márquez ha vuelto para recuperar el trono perdido , pero su lesión se complicó sobremanera y este año tampoco ganará el título, aunque ya ha conquistado un gran premio y su mejoría es evidente. En 2022 espera alcanzar de nuevo su liderazgo.

Hoy, en Estiria, en Austria, Jorge Martín salía desde la pole por segunda vez esta temporada y confirmó ese primer puesto con una victoria estratosférica, la primera de su via en MotoGP y con una Ducati satélite. Tras él arrancaban Bagnaia, Quartararo y Mir , que estrena el «holeshot» en su Suzuki y alcanzó al final la segunda poición en una bonita competición con Martín. Marc Márquez partía desde la séptima plaza y Dani Pedrosa, en su regreso a MotoGP como invitado, ocupaba el decimocuarto puesto de salida.

Savadori salvó la vida cuando se cayó en el asfalto y su moto ardió en medio de la pista, para salir corriendo y evitar que le arrollaran; Pedrosa chocó con esa montura tirada en el asfalto, lo que provocó el incendio de todo el combustible y la bandera roja que obligó a dar una nueva salida

El circuito de Spielberg es la mejor película de la vida de Jorge Martín. En el trazado austríaco consiguió el madrileño dos victorias en Moto2, aunque la segunda se la quitaron por una sanción. Un año después, recién ascendido a la categoría reina, el madrileño ha alcanzado el mayor éxito de su vida al adjudicarse este Gran Premio de Estiria que para siempre irá ligado al palmarés. Su primer triunfo en la cilindrada absoluta, con una Ducati satélite, es una advertencia de futuro.

Este madrileño de San Sebastián de los Reyes toreó en el trazado de Spielberg como si corriera delante de los toros en el pequeño San Fermín de su localidad. Martín rememoraba hace unos días que de pequeño acudía con su padre al Gran Premio de España en Jerez con esa bandera española definida por el toro negro en el centro. Ayer, Jorge dio la vuelta al ruedo, la del homenaje por su victoria, con esa misma bandera, con el toro, colgada al cuello. El piloto español cumplía el gran sueño de su vida. Ahora quiere cimentarlo con nuevas alegrías que le otorguen por méritos propios la Ducati oficial, una moto aún mejor. Se lo gana a pulso.

Martín arrancó desde la ‘pole’ por segunda vez esta temporada y confirmó ese primer puesto con una victoria estratosférica. Tras él partieron Bagnaia, Quartararo y Mir, que estrenó el ‘holeshot’ en su Suzuki y alcanzó al final la segunda posición en un bonito combate con su compatriota. Marc Márquez salió desde la séptima plaza y acabó octavo. Pedrosa, que corrió con su KTM como invitado, quedó décimo y se llevó un susto morrocotudo en la tercera vuelta cuando se encontró en medio de la pista con Savadori y su Aprilia tirados en el suelo. El choque provocó el incendio de la máquina del italiano y de todo el combustible que regó el asfalto de fuego. La carrera tuvo que detenerse. En el parón del accidente, Aleix Espargaró se quejó ante Marc Márquez de su dura arrancada desde la parrilla, donde le tocó. Viejas y nuevas cuitas.

En la segunda salida, con diecisiete vueltas por delante, vivimos la gran fiesta española. Jorge Martín y Joan Mir se escaparon muy pronto para protagonizar un bonito duelo. Quartararo, líder del Mundial, no pudo acompañarles y vio claro que mantener el tercer puesto del podio era una buena clasificación para su primer puesto en la general. Martín disfrutó en su circuito fetiche, una pista en la que venció en Moto3 y en Moto2. Mir intentó quitarle el sueño a su compatriota, pero las frenadas de Jorge, al límite, eran insuperables. Hizo historia ante el último campeón del mundo, Joan, que demostró que tiene mucho que decir.

El anuncio de Valentino, decimotercero en meta, de su retirada a final de curso era la noticia paralela a la carrera. Ha sido un cuarto de siglo en el Mundial. Toda una vida sobre dos ruedas, porque su padre, Grazziano, fue piloto de 250 y su hijo Vale vivió el campeonato desde pequeño, en la caravana, colgando la ropa al aire libre para secarla y volver a competir al día siguiente. Esa era la aventura de los pilotos de los años ochenta, que Valentino vivió desde la niñez como algo normal. Hoy, todo es muy profesional.

Jorge Martín coronó una fiesta española que comenzó tres horas antes con el triunfo de Pedro Acosta en Moto3, apoyado con el segundo puesto de Sergio García. En Spielberg se rueda en español .

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