El supuesto atraco a los nadadores de EE.UU. pudo ser el invento de una borrachera

La Policía brasileña desconfió desde el primer momento de la versión de Ryan Lochte y el resto de nadadores americanos. Ellos aseguraban que al volver a la Villa Olímpica de una fiesta los habían atracado, encañonándolos con una pistola. Se aprovecharon de la malña reputación y las amenazas de la noche de Río.

Las «lagunas» en sus declaraciones y la incongruente tranquilidad que se apreciaba en el vídeo que capturaba su llegada a la Villa motivaron que los agentes cariocas impidiesen la salida del país de los nadadores estadounidenses Gunnar Bentz y Jack Conger.

Ahora, las autoridades brasileñas han asegurado que se habrían inventado el atraco. Tal y como publica 'Daily Mail', Ryan Lotche y los otros tres nadadores del equipo olímpico salieron de fiesta y, ebrios, se pelearon con el agente de seguridad de una gasolinera, destrozando la puerta del servicio.

«Se detuvieron en un área de servicio y todos iban muy borrachos. Se fueron al baño y lo dañaron bastante», declara una fuente a 'Daily Mail'.

No hubo atraco, aunque sí pistolas. La del agente de la gasolinera, que tras la negativa de los atletas a costear los daños que habían causado, les encañó, amenazándolos. «Él apuntó su arma hacia ellos e insistió en que debían pagar los daños. Le dieron algo de dinero y se fueron», dice la misma fuente.

De ahí a la posterior versión de la selección americana hay un trecho. Se llegó a especular con una supuesta estrategia de los atletas americanos parada de eso tampoco, según las autoridades brasileñas, simplemente el desfase de una noche de juerga.