La selección española se entrena en Deodoro
La selección española se entrena en Deodoro - REUTERS

Río 2016El rugby entra en el siglo XXI

España y Francia inauguran hoy la nueva era del rugby en su vuelta al programa olímpico (16.00 horas)

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Se presentó al mundo olímpico en París 1900, pero se esfumó en la edición de 1924. Casi cien años después, el rugby regresa a unos Juegos, en la modalidad de a siete, a marcar una nueva época. Un deporte que practican más de siete millones de personas en el mundo, tendrá su puesta de largo hoy, en la sede de Deodoro y en el privilegio de devolver el balón ovalado al escaparate que merece, la selección española femenina. Enfrente, Francia, un símbolo del rugby por potencial y por historia.

«Este primer partido va a ser único para toda la familia del rugby. Para España, por dos motivos: por el hecho de ser el inaugural del rugby olímpico, con la carga emocional y por historia que representa, y porque marcará el devenir de la competición.

Y Francia, como rival, aumenta ese momento de ilusión», explica para ABC José Antonio Barrio, «Yunque», seleccionador femenino. Un combinado potente que se ganó la plaza en Río tras coronarse en el campeonato de Europa de 2015 y ha tenido todo este año para prepararse la cita. «Francia lleva muchos años en la élite. Hace seis o siete quizá no tenían este potencial, pero lo apostaron todo por el rugby y han conseguido ser una de las grandes», admite Marina Bravo. El rugby es el segundo deporte más practicado en el país galo, y hay unas 16.000 licencias para chicas. En España, algo más de 3.000.

Son dos formas de afrontar una cita que ya sobre el papel pasará a la historia. Pues España logró el billete en el preolímpico de Dublín, apenas dos meses antes de volar a Río. No obstante, el rugby español siempre ha superado los momentos duros con buenas dosis de ilusión. «Los inicios fueron muy duros, pero nos empeñamos en que teníamos que estar aquí hoy. No había casi ayudas ni estructura, pero lo hemos conseguido. Siempre hemos puesto la calidad y el empeño y la ilusión por delante del entorno», indica Yunque, que no duda en definir como uno de los mejores momentos de su vida, si no el mejor, la victoria ante Rusia que les otorgaba la plaza olímpica. «Desde que nos dijeron en 2009 que el rugby iba a ser olímpico nos propusimos esta meta. Pero ha sido sobre todo este año cuando nos hemos podido concentrar todas en Madrid y trabajar a tope en esta idea. Hemos dejado trabajos, familia, novios... por vivir este momento. Y no me arrepiento para nada». ¿Qué define a esta España que inicia hoy una nueva etapa para el rugby? «Fuerza, garra, no rendirnos nunca. Cuanto más complicadas las cosas, más nos unimos para sacar nuestra mejor versión. Y que nos encanta competir. Saltamos al campo y nos transformamos. Ganaremos o perderemos, pero nos trabajamos las opciones de vencer», sentencia Bravo.

Ilusión desbordada

Todos estrenan rugby olímpico, y también cuesta acostumbrarse a las novedades. La ilusión con la que quieren competir se ha desatado estos primeros días en la Villa Olímpica. «Han sido unos días complicados de gestionar. Para todos es la primera experiencia olímpica y adaptarse ha costado un poco. A las nuevas rutinas y a tantas cosas inigualables que tienes en unos Juegos. Es como un parque de atracciones del deporte para todos porque tienes a tantos deportistas, tantos eventos y tanto que ver... Es un premio el estar aquí ya, pero queremos cambiar el verbo de "llegar" a "estar, competir y disfrutar"», añade Yunque. «Sí, es verdad que los primeros días todo era... Yo no me hacía una idea de cómo eran unos Juegos, pero no me esperaba esto tan grande. No estábamos acostumbradas a que hubiera tanta gente en un mismo torneo. Piensas que vas a comer en 20 minutos, pero tardas 20 minutos solo en que te ofrezcan la comida. No te puedes imaginar esto, tienes que vivirlo. Hay tanta gente a la que quieres concer y te paras a hablar con muchísimos deportistas. Está muy bien, claro, pero al principio era un poco caos. Me ha hecho muchísima ilusión conocer a Carla Suárez. Yo jugaba al tenis también y quería hablar con ella, conocerla, charlar... Es todo muy a lo bestia», admite Bravo. Pero a están centradas. Se han entrenado muy bien y tienen ganas de demostrar en el campo el trabajo que llevan haciendo tanto tiempo. sobre todo, quieren demostrar por qué el rugby se merecía regresar al programa olímpico. Hoy, ya sin jugar, están haciendo historia, pero España también quiere rubricarla en el campo. Casi cien años después, el rugby vuelve con fuerza a la cita olímpica y entra en el siglo XXI.

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