Así fue la increíble remontada de oro de Marcus Walz

La final de piragüismo de K-1 en 1.000 metros de los Juegos de Río 2016 ha sido histórica para España. Por una parte y, contra todo pronóstico, el balear Marcus Walz se ha proclamado campeón olímpico aportando otro metal dorado para la delegación española. Por otra parte, la carrera del palista ha sido espectacular y ha llevado a cabo una remontada de oro que quedará grabada en las retinas de mucha gente.

Marcus Walz se presentó a la final siendo el más joven de toda la prueba con sus 21 años. El balear salió muy fino y con una gran potencia en sus brazos consiguió ponerse en segunda posición al paso de la primera referencia (250 metros) con un tiempo de 50.23.

Sin embargo, a partir de ese momento pareció rebajar su ritmo de palada y fue adelantado por otras tres embarcaciones más, quedando relegado al quinto lugar a mitad de prueba (500 m., 1:45.46). El sueño olímpico se le estaba escapando.

El diploma olímpico se antojaba como el resultado más probable. Así siguió otros dos hectómetros. De hecho, en el paso de referencia antes del final, los 750 metros su crono era de 2:39.43 y seguía en una quinta posición difícil de remontar. Pero tenía una sorpresa guardada. Iba sobrado de energías pero no había querido dar muestras de ello. Fue entonces cuando sus remos se clavaron con una fuerza descomunal contra el agua y empezó a avanzar como una planeadora. Unos últimos 200 metros de infarto. Fue superando uno a uno con una potencia increíble. Hasta que encaró los metros finales, donde superó casi a la vez a los dos piragüistas que iban en cabeza, el checo Dostal (plata) y el ruso Anoshkin (bronce). Marcus Walz terminó la final con un registro de 3:31.447 y el orgullo de haberle arrebatado la medalla de oro a todos sus rivales con solo 21 años. Un nuevo ídolo deportivo ha nacido en España.

Los espectaculares 250 metros finales de Marcus Walz. Medalla de #Oro. ¡¡Enorme!!pic.twitter.com/LHNEyd2Q7G

— Zona Deportiva (@ZonaDeportivaZD) 16 de agosto de 2016