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Río 2016 | Aguas bravasLa tercera espina clavada de Ander Elosegi

El canoísta, segundo en la semifinal, cae hasta el octavo puesto en la tanda definitiva tras penalizar en la primera puerta y vuelve a quedarse sin una medalla olímpica

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S.D.
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Tampoco será en Río y quién sabe si volverá a tener una nueva oportunidad. Ander Elosegi quería desquitarse ayer de sus cuartos puestos en los Juegos de Pekín y de Londres. Buscaba esa medalla olímpica que en dos ocasiones se le había quedado tan cerca, a unas pocas décimas. Y falló. En el momento decisivo, tras firmar el segundo mejor tiempo en las semifinales y disparar el optimismo en torno a sus opciones de podio, el canoísta de Irún no estuvo a la altura del reto y acabó octavo tras una tanda final decepcionante; al menos para las grandes esperanzas que había depositado en ella.

Lo cierto es que la medalla no estaba excesivamente cara cuando Elosegi comenzó su bajada en penúltimo lugar. El japonés Takuda Haneda era entonces bronce con 97,44, un tiempo asequible para el vasco. El oro y la plata, que acabaron en manos del francés Denis Gargaud y del eslovaco Matej Benus, entrañaban mucha más dificultad. Había que estar entre 94 y 95 segundos. Palabras mayores. Pero ese tercer escalón del podio estaba al alcance. Quizá esa certeza aumentó la presión sobre Ander Elosegi, al que su sueño sólo le duró unos pocos metros, los que tardó en penalizar con dos segundos al tocar la primera puerta. Fue un golpe mortal para él. Ya no pudo concentrarse del todo en el resto de la bajada y, aunque bajó a un buen ritmo, volvió a penalizar, algo parecido a lo que le sucedió al campeón del mundo Florence David, décimo y último de la final después de una tanda desastrosa. Al cruzar la línea de meta, el marcador electrónico registró un insospechado 101,27, tres segundos y medio más de lo que había firmado Elosegi una hora antes.

La decepción del guipuzcoano era visible desde la grada de prensa. Con ella, con sus rescoldos de resignación y caras sombrías, concluyó en el Whitewater Stadium una jornada que no pudo comenzar mejor. Elosegi demostró un gran estado de forma en la semifinal. Sólo en el último momento le superó el alemán Sieris Tasiadis, que lo bordó con un tiempazo. El canoísta guipuzcoano, sin embargo, no quiso lanzar las campanas al vuelo. Al menos, fue previsor. Estaba convencido de que algunos de los grandes favoritos se habían guardado algunos ases en la manga. “Han querido asegurar. De lo que se trataba era de asegurar la clasificación, de no fallar y estar entre los diez mejores. En la final se van a mejorar los tiempos”, comentó a este periódico en la zona mixta. Elosegi, en fin, estaba contento, pero era muy prudente. Cómo no serlo después de sus experiencias en Pekín y en Londres. “Las medallas van a estar muy abiertas. Voy a tener que mejorar el tiempo si quiero estar en el podio”, dijo, a modo de despedida. Estaba en lo cierto.

El canal del Whitewater Stadium del parque olímpico de Deodoro es rápido y duro, a decir de los técnicos. Cuesta mover la canoa en su corriente, que empuja 12.000 litros de agua por segundo. A Elosegi, sin embargo, le gusta. Dice que se amolda bien a sus características y agradece que sea ancho y también el hecho de no tocar el fondo con la pala. Al término de su bajada de clasificación, se quedó un rato en el agua observando a sus rivales en la pantalla gigante y repasando sus aciertos y errores en las 24 puertas del recorrido. Porque también los había tenido, aunque probablemente sólo él, su entrenador Xabi Taberna y su amiga Maialen Chorraut lo hubieran advertido. “Me he ajustado demasiado a las puertas en los metros finales”, reconoció, como calibrando esas décimas y la necesidad de no perderlas en la gran final.

La duda que queda es si lo que perdió entonces Ander Elosegi fue un punto de concentración. Tras el revuelo mediático que originó el segundo puesto en semifinales, se encontró en la zona mixta con un buen número de periodistas de radio, televisión y prensa escrita, ávidos por contar una medalla española. Él se esforzó por mantener la calma y no desconcentrarse. Y quizá lo consiguiera durante la hora larga que restaba para la final y todo lo sucedido en ella, sobre todo esa penalización en la primera puerta, fuera cuestión de mala suerte. Cosas del deporte. Sea como fuere, el caso es que el canoísta vasco volvió a terminar unos Juegos Olímpicos con una nueva espina clavada. Ya es la tercera.

S.D.
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Esto ha sido todo. Habrá que seguir esperando a que llegue la segunda medalla de la delegación española en Río.

Las medallas quedan así: oro para Gargaud, plata para Benus y bronce de Haneda.

Quinto puesto para el alemán.

Baja ahora el alemán Tasiadis, el último en hacerlo.

La bajada no fue la mejor, pero los cuatro segundos de penalización imposibilitaron cualquier atisbo de presea al español.

Séptimo puesto, a falta de un competidor, para Ander Elosegi, que se despedide, por terceros Juegos consecutivos, de las medallas.

Nueva penalización para Elosegi.

1.61 segundos de diferencia en el parcial con el líder.

Dos segundos de penalización para Elosegi.

Llega el momento de Ander Elosegi. Si baja del 97.44 del japonés entraría, provisionalmente, en el podio.

94.17 para el galo. Líder provisional de la prueba.

Mejora el tiempo de Benus en el parcial.

El francés Galgaud Chanut busca ya asaltar el podio.

Solo tres palistas más para dilucidar la clasificación final.

Termina su actuación con un tiempo de 99.36.

Turno para el esloveno Savsek.

97.57 para el checo.

Va por la Repúbilca Checa Gebas.

Dos segundos le han separado del tiempo establecido por Benus. No pudo bajar igual de bien el segundo tramo del recorrido.

Buenísima bajada la que está haciendo el palista nipón. Apunta al primer puesto.

Haneda será el quinto en liza. Allá va el japonés.

Era uno de los principales favoritos, pero su tiempo (109.00) le va a privar de poder competir por las medallas. El británico está fuera.

Va a probar suerte el británico Florence. Cuarto piragüista en lanzarse al agua.

Se coloca primero con una marca de 95.02.

Allá va el eslovaco Benus.

De repetir su tiempo en la semifinal, Elosegi lideraría ahora mismo la clasificación.

105.74 para Carvalho.

Turno para el luso Carvalho. El tiempo del norteamericano, en principio, es bueno.

El cronómetro se ha parado en 99.69.

El norteamericano Eichfeld, primer piragüista en probar suerte con las aguas bravas de Río.

Tratará también de redimirse de los dos cuartos puestos que obtuvo en Londres 2012 y Pekín 2008.

El piragüista viene de hacer bronce en el europeo de Eslovaquia. Por delante de él, los anfitriones Michal Martikán (plata) y Alexander Slafkovský (oro).

Buenas tardes. El español Ander Elosegi buscará en unos 40 minutos alzar la segunda medalla española de estos Juegos Olímpicos. Lo hará tras conseguir el segundo mejor tiempo en la semifinal de C1 en aguas bravas.

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