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Río 2016 | Rugby 7Alhambra Nievas, historia de un sueño hecho realidad

La mejor árbitro del mundo, que dirigió la final olímpica, revela su secreto: esfuerzo, sacrificio y humildad

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Cuatro años persiguiendo un sueño que se ha hecho realidad en Río 2016. Alhambra Nievas ha luchado por la misma meta que otros 300 atletas españoles con una peculiaridad: ella no ha venido para competir, ha venido para arbitrar. «Estar aquí es muy emocionante, pero a la vez es una sensación de satisfacción increíble por haberlo conseguido tras mucho tiempo pensando si llegaría o no, si habrá alguna lesión…», cuenta la mejor árbitro del mundo según la «World Rugby».

Los Juegos también han conseguido algo excepcional para Nievas. «El sábado me llamaron mis padres que estaban con toda la familia. Todos habían visto el partido y eso es bastante raro, porque nunca lo hacen. De hecho, mi padre se sorprendió de que las chicas corrieran tanto y mientras mi abuelo preguntaba que por qué no hablábamos en español, que no se enteraba de nada.

Fue una escena familiar bastante cómica», cuenta.

La evolución arbitral de Alhambra Nievas ha sido vertiginosa, ya en sus primeros encuentros se podía ver que llegaría lejos. La primera vez que arbitró un partido fue en una concentración de jabatos -siete u ocho años- en Marbella. «Se acababa de sacar la licencia y como yo llevaba un par de años arbitrando me pidió que la acompañara», cuenta María Hidalgo, compañera del Rugby Femenino Málaga, el equipo de Nievas. Se preveía que la jornada fuese tranquila y en la que los niños disfrutaran. «En la competición no se establecen ni ganadores ni perdedores, solo se intenta que jueguen el máximo tiempo posible, pero ella se lo tomó muy en serio. Hubo un momento en el que los chavales hicieron una especie de pelotonera en torno al balón y Alhambra empezó a gritar “esto es un maul, empujen o libreren”. Fue algo espectacular», añade.

Desde el primer encuentro que dirigió la colegial se vio que le apasionaba el arbitraje y llevar el encuentro. Un árbitro no solo está para pitar las reglas e infracciones, en rugby 7 también debe guiar a los jugadores para que no las cometan y para que el partido sea lo más fluido posible. «No tardamos en ver el potencial que tenía y no fuimos los únicos», relata el director de la escuela de árbitros nacional, José Manuel Pardal. «La elegí para hacer las prácticas de un curso de coach de ‘World Rugby’ y me di cuenta de que además de trabajadora, jamás comete un error dos veces. Desde aquel momento fue todo muy rápido. En 2011-12 estaba arbitrando Primera Nacional (Tercera división) y en apenas dos años ya estaba en Dubái en un torneo invitación. Ahí se nos escapó de nuestras manos», confiesa.

En 2014 ya tenía un hueco en la máxima competición de rugby 7: las Series Mundiales. «Supieron que iba a ser de las top desde el primer momento y, hasta ahora, nunca ha dejado de mejorar», cuenta Pardal. Hasta entonces había compaginado el arbitraje con su ingeniería en telecomunicaciones. «Ya en las Series Mundiales, en Ámsterdam, le dijeron que fuera a Nueva Zelanda para suplir a su compañera. Durante este torneo, llamó el entonces director de árbitros de la Federación Internacional para preguntar si Alhambra estaba convocada para el Mundial de 2014 y al tener un no como respuesta contestó «algo estamos haciendo mal si esta chica no está», recuerda. Con la plantilla ya formada, le hicieron un hueco a la española como primera suplente y llegó a arbitrar hasta tres encuentros.

Poco le queda por escalar a Nievas, más allá que seguir trabajando y aprendiendo como hasta ahora, algo que lleva intrínseco en el carácter desde que empezó en el rugby siendo aún estudiante. Esto lo demuestra una de las anécdotas preferidas de su club. «Durante mi primer universitario en 2010 -que se juega a rugby 7-, Alhambra era capitana de Málaga y de la selección andaluza. Yo apenas llevaba unos meses entrenando la modalidad de XV y apenas tenía idea de rugby, menos aún de Seven», recuerda la actual coentrenadora del club, Cristina Álvarez. La presión para conseguir medalla se palpaba y la fase de grupos era decisiva. «Apenas quedan unos segundos de partido, íbamos por debajo del marcador y era melé para ellas. Antes de la jugada, Alhambra se giró y dijo «quiero que cojas el balón y ensayes. ¿Sabes lo que es ensayar? ¡Pues ensaya!», cuenta entre risas. Por suerte, Álvarez ensayó y ganaron la plata de España durante ese universitario.

Alhambra Nievas se ha hecho fija en las grandes competiciones mundiales de rugby y ha sido nombrada como la mejor árbitro del mundo. Todo esto lo soporta con la humildad de siempre, no solo lleva a su Rugby Femenino Málaga a todos los rincones del mundo sino que sigue ayudando en las tareas de organización. Tampoco se olvida de los compañeros árbitros con los que empezó y se vuelca con los más novatos. Con genio «granaino» incluida, esta rugbier es un ejemplo de los valores de su deporte: sacrificio, constancia y humildad.

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