La triarmada se hunde en la Bahía de Tokio

Los Juegos Olímpicos siguen sin saldar su deuda con el triatlón. Una sola medalla de plata en un grupo que acumula ocho mundiales no es normal , pero Tokio no ha subsanado ese gran desajuste. Al contrario. Mario Mola, Fernando Alarza y Jesús Gómez Noya –en su último intento de alcanzar el oro– han rendido muy por debajo de lo esperado, sin opción siquiera de pelear en la carrera a pie por las medallas. El bloque de triatlón era una de las más firmes opciones de España para estar en el podio. Pero el esfuerzo realizado tras quedar retrasados en la natación ha pasado factura en el momento de la verdad. Las condiciones de cerca de 30 grados y un 67% de humedad han penalizado sin duda ese trabajo para remontar en los 40 kilómetros del sector en bici. Mola, Alarza y Noya, cuyos eran un poema en los 10 kilómetros de carrera a pie, han sido 10º, 12º y 25º, respectivamente, en una prueba donde se ha coronado campeón el noruego Kristen Blummenfelt. Otros grandes candidatos como Vincent Luis o Jonathan Brownlee tampoco han estado en el podio.

El primer sector, el de natación, se ha disputado en aguas de la Bahía de Tokio , en el sector de Odaiba y junto al espectacular Rainbow Bridge. Tras una salida nula, ha sido el sudafricano Henri Schoeman el que ha marcado el ritmo, con uno de los grandes favoritos, el francés Vincent Luis, muy cerca de él, así como el chileno Diego Moya. Por contra, en el primer paso de control, a mitad de los 1.800 metros de nado, los españoles han pasado en los puestos 40, 41 y 42, a una veintena de segundos de la cabeza .

Al llegar a la transición para iniciar los 40 kilómetros de recorrido sobre la bici (ocho vueltas), el primero en salir del agua ha sido el francés Luis, por delante de Polyanskiy. En cambio, los españoles han salido del agua juntos, en torno al puesto 40, y han tomado la bici con un solo objetivo, iniciar la remontada . En cabeza se ha formado un grupo de nueve triatletas, entre ellos dos grandes candidatos como Vicent Luis y el británico Jonathan Brownlee. Malas noticias por tanto para Mola, Noya y Alarza, que incluso no han podido entrar en el pelotón perseguidor y han aunado esfuerzos en un tercer grupo.

La batalla, por tanto, estaba planteada desde el primer minuto y el momento crítico. Porque los de delante tenían muy claro que no podían escatimar en los relevos para distanciar lo máximo posible a unos rivales muy directos. Por detrás, el trío español aunaba esfuerzos para sofocar el incendio , que al primer paso era de 37 segundos. La colaboración al menos ha servido para estabilizar las diferencias, 35 segundos tras el segundo giro, y colocarse a 28 tras el tercero. Estar por debajo del medio minuto al término del sector se antojaba fundamental para arrancar la carrera con las opciones más o menos intactas. Los españoles han pasado a 18 segundos, cada vez más cerca, con Noya pasando un mal rato a cola. Y antes del siguiente paso por meta, el reagrupamiento era un hecho. Tocaba recuperar fuerzas y pensar en la carrera a pie, la que iba a decidir la competición olímpica.

Pero ha llegado el hundimiento. Ya en la salida de la transición ha habido un pequeño corte que ha sido como un muro para los españoles. El británico Yee ha tirado con fuerza, ha seleccionado el grupo de favoritos y el sueño olímpico de la triarmada se ha hundido en la bahía . Mario Mola ha sido el que mejor ha rendido en la segunda mitad de la prueba a pie, pero su esfuerzo y mejoría solo le ha llevado hasta la décima plaza, a a más de un minuto del ganador, el noruego Blummenfeld, cuyos ataques han doblegado al generoso Yee.