Chourraut ingresa en el selecto club de los olímpicos con tres medallas

Maialen Chourraut ya tiene todos los metales: oro en Río 2016, bronce en Londres 2012 y, ahora, plata en Tokio 2020. Este segundo puesto coloca a la deportista guipuzcoana en la cumbre del olimpismo español. Sólo el piragüista gallego David Cal acumula cinco medallas. Y con cuatro están el ciclista Joan Llaneras , el piragüista Saúl Craviotto, las nadadoras Mireia Belmonte y Andrea Fuentes y la tenista Arantxa Sánchez Vicario. A esa breve lista se puden sumar en la cita japonesa los jugadores de baloncesto Pau Gasol y Rudy Fernández, que tienen, como Maialen, tres metales y aspiran al cuarto.

Chourraut inició su viaje olímpico en Pekín 2008. Acabó decimosexta. Cuatro años después, en Londres, ya subió al tercer cajón. Se quedó con la sensación de que pudo haber estado más arriba. Y confirmó esa impresión en Río de Janeiro 2016, cuando tocó el techo de oro. Por edad, superada ya la treintena, pudo haber sido su despedida. Pero se impuso el reto de un ciclo olímpico más.

Ha superado lesiones y vértigos y ha conseguido la medalla que le faltaba, la plata. La tercera en su currículo. Con ese trozo de metal iguala al gimnasta Gervasio Deferr , la halterófila Lydia Valentín, la tenista Conchita Martínez, el piragüista Herminio Menéndez, el balonmanista Demetrio Lozano y los jugadores de baloncesto Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Pau Gasol y Rudy Fernández.

Maialen ya formaba parte de la mejor historia olímpica del deportes español. Con ese tercer escalón ingresa en el club de las leyendas. Ha sido un largo viaje desde aquellas escapadas a la playa con apenas once años para dar las primeras paladas. Con 38 años y tras un eslalon vital lleno de obstáculos y decisiones valientes como la de ser madre antes de su éxito olímpico en Río de Janeiro, la deportista guipuzcoana culmina con la plata en Tokio una biografía deportiva ejemplar.