Pekín 2022

Rusia, distinta bandera, mismo engaño

Sancionada por dopaje de Estado desde 2019, se ve salpicada por un nuevo escándalo

Los deportistas del Comité olímpico ruso, en la ceremonía de inauguración de Pekín 2022 EFE
Emilio V. Escudero

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«Mantén tu cabeza alta, eres rusa. Compite con orgullo y gánales». La arenga del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov , nada más hacerse público el dopaje de Kamila Valieva , da una idea de la importancia que Rusia le da a los positivos. El dirigente impulsa a la patinadora a seguir participando en los Juegos como si nada hubiera ocurrido. Como si el positivo confirmado y ocultado por la agencia antidopaje rusa (Rusada) no significara nada. Como si fuera un desliz sin importancia. El mismo perro, con distinto collar. Refrán que sirve para ilustrar el caso de Rusia, cuyas siglas y bandera han sido modificadas en los Juegos por la sanción impuesta tras comprobarse su dopaje de Estado en 2019, pero que parece no haber variado sus métodos de engaño en el deporte y su tolerancia cuando irrupe un positivo, camuflado esta vez como muchas otras con el único objetivo de alcanzar el podio.

En este caso, resulta difícil imaginar que en el positivo de Valieva no haya implicado nadie más que a la joven patinadora. A sus 15 años, casi una niña, toca mirar hacia arriba. A sus técnicos y responsables, que son los que la habrían puesto en la senda del dopaje. Los que le habrían suministrado una sustancia, la trimetazidina, que puede incluso resultar peligrosa para el organismo. «Kamila Valieva es una niña prodigio, cuyas actuaciones cargadas de dificultad han asombrado al mundo. Pero es una menor de 15 años, que depende de muchos adultos y ella no debería ser la culpable aquí. Seguramente, ella se limitó a seguir a su entrenador y al equipo médico. Es una vergüenza y los responsables deberían ser expulsados del deporte para siempre», explica tajante Katarina Witt , leyenda del patinaje artístico alemán.

La suya es la visión de la mayoría del deporte, alarmado estos días al asistir al positivo de un atleta tan joven, corrompida a una edad temprana y cuya imagen queda ya manchada para el futuro. «Al no prohibir la participación de Rusia durante cuatro años -se redujo la sanción a dos años y se le permitió participar en eventos bajo bandera mundial y con las siglas del Comité Olímpico Ruso (ROC) -, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) , el COI y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) mostraron a las autoridades de Rusia que no había una necesidad de cambio cultural. Al permitir al país vía libre, estas organizaciones han defraudado gravemente a cada atleta ruso, porque se ha comprobado que el sistema sigue igual. Los deportistas de ese país merecen un cambio y el derecho a competir limpios», señala Rob Koehler, exjefe adjunto de la AMA.

Tras hacerse público el positivo de Valieva, las autoridades rusas se lanzaron a arropar a la patinadora para justificar también su propia actuación en el caso. Fueron ellos los que levantaron la suspensión provisional de la deportista un día antes de que comenzaran los Juegos. «Kamila tiene el derecho de entrenar y competir mientras el TAS no diga lo contrario», apuntaba ayer el Comité Olímpico Ruso en un comunicado en el que trataba de apoyar a la patinadora, que en solo cuatro días debería comenzar su participación en la prueba individual.

La ley Rodchenkov

A la espera de lo que decidan los responsables del TAS, cuyas oficinas se han trasladado a Pekín durante los Juegos, el responsable de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (Usada) lanzó ayer un aviso para navegantes. «Los atletas limpios merecen algo mejor y esta pobre chica merece también algo mejor. Está siendo vilipendiada por el dopaje, además de ser víctima del dopaje de estado de Rusia», apuntó Travis Tygart .

La Usada impulsó hace dos años una ley antidopaje -bautizada con el nombre de Rodchenkov, antiguo director del laboratorio de la Rusada y testigo principal que ayudó a destapar el dopaje de estado en su país- que le permite perseguir a los responsables de un positivo que afecte a cualquier atleta estadounidense. Tygart confirmó ayer que perseguirán a los que estén detrás del caso Valieva en un intento porque el dopaje sea cada vez menos frecuente en el deporte. «En el momento en el que un médico o un entrenador esté bajo rejas en una cárcel americana se verá un rápido descenso de esta lacra, porque se darán cuenta de que hay un sheriff vigilando», expuso Jim Walden , uno de los responsables de esta ley.

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