Queralt Castellet

La soñadora que venció a las adversidades para conquistar su mayor deseo

Subcampeona olímpica en Pekín 2022, soñó desde muy joven con triunfar en la nieve, un objetivo del que ni siquiera la trágica muerte de su entrenador y pareja en 2015 pudo apartarla

Queralt Castellet conquista la medalla de plata en snowboard 'Halfpipe' en Pekín 2022

La plata de Queralt Castellet, quinta medalla española en un territorio casi inhóspito

Queralt Castellet, feliz tras conquistar la plata en Pekín 2022 AFP | Vídeo: EP

M. Z.

«Es increíble lo que ha pasado hoy. Es algo tan grande que me cuesta ponerlo en palabras. Son muchos años de trabajo, de sacrificio, es media vida persiguiendo un sueño que, cuando ocurre, cuesta creerlo. Hay mucha gente detrás que ha sido parte de lo que lleva la medalla colgando. Me siento agradecida por todo el apoyo que he tenido. Me siento muy feliz, lo estoy disfrutando».

La declaración, mezcla de incredulidad y emoción, es de Queralt Castellet, la 'rider' catalana que este jueves ha conquistado la quinta medalla para el deporte español en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno .

«Parece mentira mirar atrás, lo que constituye este momento tan cortito. Sentiré emoción, satisfacción y quiero disfrutar ese momento como nunca. He hablado rápidamente con la familia, sabía que estaban todos, con mis padres, reunidos en casa. Estoy donde estoy gracias a mi familia y amigos», añadió la medalla de plata en Snowboard 'Halfpipe' de Pekín 2022 .

La culminación a una brillante carrera deportiva que ha discurrido por siete Campeonatos del Mundo, con una plata en Kreischberg 2015 y un bronce en Aspen 2021, además de 6 victorias y 17 podios en 58 pruebas de la Copa del Mundo. Una trayectoria que no siempre discurrió sobre la nieve y durante la que se enfrentó a notables dificualtades.

El legado de Ben Jolly

Hace casi siete años moría Ben Jolly, el que era novio y entrenador de Queralt Castellet . El joven neozelandés, de apenas 29 años, se había suicidado en su casa, un año después de que le diagnosticaran un tumor cerebral. Después de aquello, Queralt Castellet se fue a Suiza. Tenía que empezar de cero. Aquella niña, que había comenzado a esquiar con dos años, siguiendo a sus padres, aficionados al esquí y al deporte de aventura, y que fue apuntada a gimnasia cuando un profesor descubrió sus habilidades para escalar y saltar de un sitio a otro , dejaba cualquier actividad deportiva durante meses. Tenía que olvidar.

Durante siete años, tras aquella desgracia, la 'rider' catalana quería lograr al ansiada medalla olímpica para dedicársela a Ben Jolly. Y al final lo ha conseguido. «Ojalá pronto pueda mirar al cielo desde lo más alto de un podio y dedicarle mis éxitos. Porque siempre sabré que serán también suyos», había escrito Queralt en 2015 Castellet , tras la muerte de quien había sido primero su técnico y después su pareja sentimental entre los 19 y los 26 años.

Queralt Castellet y Ben Jolly Facebook

Ahora Queralt, camino de los 33 años, en sus quintos Juegos Olímpicos ha conseguido ese ansiado tesoro que se había convertido en una obsesión y significaba una presión extra . Pero antes de lograrlo su entorno llegó a ver con preocupación que se le preguntara por la medalla que nunca venía. Significaba una presión extra.

«Se convirtió en mi pareja y en mi entrenador al mismo tiempo. Y, pese a que en estas circunstancias en ocasiones aparecen roces, no fue ese nuestro caso. Él me convenció para pasar medio año en Nueva Zelanda y el otro medio en Estados Unidos para entrenar en los 'pipes' adecuados para mejorar mi técnica. Él mejoró mis movimientos, me hizo crecer en el ranking y me consoló cuando, pese que siempre estuve cerca, nunca pude obtener el premio de una medalla olímpica», escribió tras el fallecimiento.

Tres años después, Queralt Castellet afrontaba la primera cita olímpica tras la muerte de Ben Jolly. «Todos tenemos nuestras luchas. Personalmente me ha tocado esta dura lucha de la que he aprendido y estoy aprendiendo mucho. Por ese motivo, creo que tengo algo muy valioso que es todo lo me ha dejado Ben , tanto a nivel de snowboard profesionalmente o como persona, por todo lo que tengo de él y lo que me ha dejado en la memoria y me siento muy afortunada, pero hay que seguir luchando», afirmó a la agencia AFP en una entrevista a los Juegos de Pyeongchang-2018.

Del tartán a la nieve

La rider catalana nació en 1989 en Sabadell , en las afueras de Barcelona. Sus padres la bautizaron con el nombre catalán de Queralt, como una premonición de lo que haría su hija, al ser traducido del catalán como 'roca alta'.

Pero antes de dedicarse al snowboard, un deporte que empezó a practicar a los seis años, en gimnasia artística fue subcampeona de España en barra de equilibrio y campeona en salto de potro . Esa época le ayudó en sus saltos en halfpipe.

Y tras cinco Juegos, con un diploma olímpico con su séptimo puesto en los Juegos de Pyeongchang, al fin le ha llegado la medalla olímpica. Y Ben Jolly estaría orgulloso al ver que Queralt Castellet cumplió su sueño.

« De Pekín me llevo la frase: 'Nada bueno llega fácil' . Ha sido una misión llegar hasta aquí. Llegar aquí sola, no estando mi entrenador aquí, ni mi fisio, que son una parte muy grande de mi equipo... Era un trabajo extra que he tenido que hacer», dijo en rueda de prensa telemática en alusión a los positivos en COVID de sus preparadores.

Queralt Castellet confesó que aún le cuesta creer la gesta, la que le ha convertido en la quinta medalla , después del oro de Francisco Fernández Ochoa en Sapporo'72, y los bronces de su hermana Blanca en Albertville'92, y del 'rider' Regino Hernández y el patinador Javier Fernández en PyeongChang 2018, para los deportes de invierno de España en unos Juegos.

«Hemos pasado todos los obstáculos que se han puesto por delante y lo importante es que he aprendido de ellos y por eso hemos llegado hasta aquí», recalcó, restando importancia a la presión externa. «La que ha puesto el nombre en las quinielas he sido yo. Es normal que estuviera porque en las últimas competiciones estaba en los podios. La que se metía más presión era yo. Lo que dicen los demás queda alejado de mi propio momento . Cuando estoy trabajando estoy en mi zona y eso se aleja de estos comentarios. Cuando entras en una competición vas a por las medallas y eso es una presión personal que no te quitas de encima».

Acostumbrada a esa presión y a luchar por su sueño, Queralt tiene claro que su camino olímpico aún no ha terminado. Ante la pregunta del presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI), May Peus, sobre si competirá en los próximos Juegos de 2026 en Milán-Cortina d'Ampezzo, rfue clara: «¿Cuántos quieres? Creo que en los siguientes sí estaré, y más siendo la 'meca' de los eventos de snowboard».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación