Mundial de Rusia 2018

Doce tiros en contra, once goles

La selección se ha contagiado de las dudas en la portería, con David de Gea errático y más nervioso de lo habitual

De Gea en la tanda de penaltis de España ante Rusia en el Mundial EFE

Enrique Yunta

Como siempre, antes de cada partido, David de Gea cumplió con su rutina. Le hizo una gracia a uno de los niños con los que se salta al campo, saludo con seriedad a los rivales en el pasamanos y le dio a Isco los guantes para que le ayudar a cerrarlos bien. Esa secuencia siempre acaba con un beso del andaluz a las manoplas, una especie de amuleto, y el portero espero a que los capitanes se hicieran la foto de rigor con los árbitros, esa que nunca sale. Entonces, el guardameta de la selección española l e pidió la pelota a Kuipers y trató de familiarizarse con ella . La apretó, la botó nueve veces, la volvió a apretar y la dejó en el césped mientras corría al trote hacia su cueva.

No hay acciones imputables en el encuentro de ayer , puede que el más plácido de los cuatro en este Mundial para el portero, pero su torneo ha sido para olvidar. Si se atiende a los números, que muchas veces son incuestionables, a España le han disparado siete veces y seis han terminado en gol (se podría sumar una unidad a ambos apartados si se tiene en cuenta el tanto anulado a Irán en el segundo compromiso de la fase de grupos). Y, si se considera también la tanda de penaltis, De Gea no detuvo ninguno de los cuatro lanzamientos rusos, estando en dos de ellos muy cerca. En el primero, de Smolov, llegó a tocar la pelota, y en el de Golovin se tiró hacia su derecha y el balón le pasó por debajo.

Las dudas de De Gea empezaron con el primer aviso de esta España. El equipo no jugó bien contra Suiza en el amistoso de Villarreal, pero de ahí destacó el patinazo del portero al no atrapar un disparo manso y permitir que Ricardo Rodríguez pusiera el 1-1. Ya antes, en el amistoso de marzo ante Argentina, el del 6-1 del Wanda, el gol de los suramericanos también dejó desnudo al madrileño . Y luego ya está lo que todo el mundo ha visto en este Mundial, marcado porque se le escapó de las manos un tiro de Cristiano Ronaldo que jamás debió ser gol.

Hierro , con todo, ha querido mimar al meta y le ha ratificado en todos los compromisos. «Es una familia y aquí no se deja tirado a nadie», ha repetido. Otros sí han ido entrando y saliendo del equipo, pero no De Gea, al que su papel en Rusia le lleva a estar en el foco. Vuelve el debate en la portería , y eso que hace tiempo que ya no está Casillas.

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