Mundial Rusia 2018

Roberto Martínez, el técnico aupado a las quinielas por el fútbol de Bélgica

El buen papel de los belgas en el Mundial ha puesto de relieve el trabajo de este entrenador, forjado en Gran Bretaña

Roberto Martínez charla con de Bruyne durante un entrenamiento EFE

S. D. | EFE

Las quinielas sobre el nuevo seleccionador español han visto situarse entre los favoritos al banquillo, vacante tras la destitución de Lopetegui y la marcha de Hierro , a Roberto Martínez . Poco conocido en España, pues la mayor parte de su carrera como entrenador la ha desarrollado en Inglaterra, el buen fútbol de la selección belga a la que ahora dirige le ha colocado entre candidatos mucho más conocidos como Míchel o Luis Enrique.

Ante la posibilidad de recalar en el banquillo español, Martínez no quiso valorar sus opciones ante las preguntas del programa ' El Partidazo ' de la Cadena COPE: « Es un poco la pregunta del momento equivocado . Ahora lo que importa e interesa es ayudar al grupo y prepararlo para el partido de Brasil. Llevo 13 temporadas de entrenador. Ahora lo único que interesa es que estemos bien en el día a día. El futuro nunca se sabe ».

'Bob' Martínez, como se le conoce en tierras inglesas, está centrado como no podía ser de otra manera en el Mundial de Rusia . Este viernes su equipo se juega el pase a semifinales ante la favorita Brasil. Antes, el técnico de Balaguer (Lérida), tuvo que tomar decisiones para remontar un partido de octavos de final ante Japón que se les puso muy cuesta arriba.

En dicho encuentro el gol decisivo de Chadli (3-2) fue una inspiración coral que llegó en el momento oportuno. Una exhibición ordenada del talento en la que poco tuvo que ver la mano del técnico. Sin embargo, el giro al duelo había sido antes, a falta de media hora para su final, con la derrota cercana y la clasificación improbable. Roberto Martínez dio entonces un golpe de timón .

El ahora seleccionador de Bélgica, de 44 años, tiene crédito de sobra en el fútbol internacional, pero su nombre suele pasar por alto para los clubes de España . Pertenece a esa avanzadilla de emigrantes que en su día puso tierra de por medio sin un horizonte claro. Y veinte años después ya no es Roberto en Inglaterra. Es 'Bob', un hombre de banquillo graduado en la escuela de las islas.

Reacción ante Japón

El técnico español realzó el orgullo, la fe o el espíritu como esencia del milagroso triunfo contra Japón en el Rostov Arena. Aspectos intangibles que poco tienen que ver con el manual de un entrenador. Pero Roberto Martínez sabe que su golpe de efecto estaba ahí, plasmado sobre el césped. A los sesenta minutos de un partido imposible el seleccionador belga entró en escena. Miró al banco y propinó a su once un lavado de imagen . Marouianne Fellaini y Nacer Chadli, dos secundarios, entraron al campo por orden de su entrenador. Mertens y Ferreira Carrasco quedaron fuera.

Dos jugadores de la Premier, dos centrocampistas, del Manchester United y del West Bromwich Albion, resolvieron el partido. Al empate logrado inesperadamente por un central marcado por el fallo, Jan Vertonghen, llegó después el turno de Fellaini, que consiguió el empate y la obra final, el contraataque perfecto que culminó Chadli.

Pocas veces los cambios fueron tan oportunos, tan rentables y tan evidentes . Fellaini y Chadli apenas habían contado para un técnico que tiene el sistema perfectamente definido. Que lavó la cara de la selección belga, en manos de una prodigiosa generación, plagada de sinsabores y aferrada en Rusia a su última gran oportunidad.

No quiere Roberto Martínez ampliar la leyenda negra de los diablos rojos, a cuyo barco se subió en agosto del 2016 , justo después del desengaño en la Eurocopa, de donde salió malparado ante Gales, un rival menor.

Forjado en Inglaterra

El técnico leridano había forjado su estupenda trayectoria en Gran Bretaña , a donde llegó para jugar al fútbol con veinte años después de ver el devenir oscuro en el Balaguer y el Zaragoza, con el que llegó a debutar en Primer División. Solo uno, contra el Atlético Madrid.

No tuvo dudas Roberto Martínez para unirse a Jesús Seba e Isidro Díaz, con los que coincidió en el Zaragoza B para marchar a Inglaterra. La terna se unió al plantel del Wigan, en el que se asentó durante seis años y con el que escaló unas cuantas categorías. Es aún uno de los futbolistas más emblemáticos de la historia de ese club. Bob fue a Escocia (Motherwell) y Gales (Swansea) antes de colgar sus botas en el Chester.

Hace once años ya que el club galés le volvió a reclamar para compatibilizar el banquillo con el césped. Fue el trasvase natural hacia su vocación de entrenador de forma definitiva. Con un puñado de jugadores españoles ascendió al equipo y destacó en la Copa, en la que eliminó al entonces campeón, el Porstmouth.

Quedó Roberto Martínez a un paso de llevar al club a la Premier en donde desembarcó después, para dirigir al Wigan. Tras Juande Ramos y Rafael Benítez fue el tercer español en un banco en el primer nivel del fútbol inglés. Evita el descenso. Pero, sobre todo, le hace campeón de la FA Cup al ganar en la final al Manchester City.

La marcha de Alex Ferguson del United provocó un efecto dominó entre los preparadores de la Premier. David Moyes, hasta entonces en el Everton, fue el nuevo inquilino de Old Trafford. Los 'toffees' pensaron en Bob Martínez para Goodison Park. Permaneció tres cursos y fue destituido a falta de una jornada para el cierre del curso del 2016.

Moldear el talento belga

Meses después fue la apuesta de la Federación de Bélgica para sacar el lustre a la mejor generación de la historia , en su recta final y sin el rendimiento esperado. Roberto Martínez cambió de un plumazo la pinta de los diablos rojos. Instauró el gusto por el balón y una actitud dominante en el juego.

En plano mundial, Bob Martínez ya ha dejado su impronta. A la menor ocasión, cuando fue necesario. A pesar de que el agónico triunfo de su selección respondiera a un golpe de inspiración.

Y ahora le llega la prueba de fuego, Brasil . «Es el partido que siempre sueñas. Toda Bélgica y todos los jugadores están preparados. Con mucha ilusión. Los partidos no son para los entrenadores. Es para disfrutar siempre que se pueda competir y ganar. No hay nada más grande en el fútbol que poder disfrutar de un Mundial y sentir un pueblo detrás», explica.

« Brasil sabe lo que es ganar un Mundial, nosotros no tenemos eso. Esa barrera psicológica hay que superarla » esgrime como clave del partido antes de despejar la polémica sobre el comportamiento de Neymar: «Se ha creado un poco de problema donde no lo hay. Neymar es una figura muy conocida. Es un jugador determinante y tenemos que preocuparnos de eso, que su rol en el partido sea el mínimo posible. Estamos centrados en hacer un gran partido de fútbol y esperemos que no tengamos que hablar de cosas que no son del juego».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación