Leo Messi brilló con fuerza en el derbi catalán ante el Espanyol. El argentino marcó los dos goles de su equipo y sorprendió, de forma especial, en el primero.
El argentino «inventó» el lanzamiento de falta a lo Panenka. Fue en una falta al borde del área en la que Messi colocó con mimo el balón y disparó elevando la pelota por encima de la barrera.
El balón tocó en Víctor Sánchez antes de introducirse mánsamente en la portería.
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