Eurocopa Sevilla 2021

Españoles y eslovacos viven la previa del gran duelo de la Eurocopa en Sevilla

Aficionados locales y extranjeros comparten una sola pasión por las calles de la capital antes de que ruede el balón a las 18.00 en el estadio de la Cartuja

Manolo toca el bombo en el centro de Sevilla Manuel Gómez
Ignacio Liaño Bernal

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En las horas previas al partido más importante de España de la Eurocopa 2020 , todo es nervio y fe. Cierta inquietud hasta que el holandés Björn Kuipers chifle su silbato y el balón eche a rodar, y sólo esa esfera caprichosa se encargue de decidir, pasados noventa minutos, si la selección española será equipo de octavos de final del torneo europeo más prestigioso de este deporte a nivel de selecciones. El color rojo predomina por todas las collaciones de la ciudad. Pinta Sevilla, que hoy encuentra su color más especial. Los españoles lo combinan muy complacidos con el tono amarillo. Los eslovacos tiran de blanco y azul. Querrá España que el halcón que tiene como rival vuele muy bajo esta tarde en la Cartuja, como si fuera una de las águilas lisboetas del Benfica. Mientras tanto, todo es de color, que cantaron aquí en otra época, para hacer de la letra, una bufanda más de las que ya circulan por el centro atadas a los cuellos de los valientes que nunca dejarán de animar.

Vertebran la capital variopintos seguidores de ambos países. Y Manolo , siempre está Manolo. Si Ángel García López escribió de Tosar Granados que «el lienzo es todo nata y lechería / si pintan los pinceles de Manolo», será todo música y alegría si suena la baqueta del omnipresente manchego. Para ser justos, hay muchos más locales que centroeuropeos, que con sus gargantas calculan la temperatura de la cebada líquida del bar más cercano. Terminan hasta la sombra. Se van a las plazas y cantan. Porque no saben llegar al estadio, pero sí diferencian Tetuán de Sierpes, y sobre todo conocen el camino más corto a la plaza del Salvador. Cuentan cuentos en la Alameda. Cantan mucho y en su propio idioma, y es que Martínez Montañés ha aprendido en el último mes algunas palabras en sueco y polaco, y ahora hasta podría hasta sacarse el B1 de eslovaco.

Comunión entre los seguidores de ambas selecciones Manuel Gómez

Ningún Papa va esta vez con alguno de los dos equipos como sí se dejó ver San Juan Pablo II, al que le colgaron el rojo polaco frente a la Catedral. Alguno hasta se atreve con el himno , y si no tiene letra, pues se la inventa. Sevilla ha formado parte de este torneo continental pese a las numerosas críticas que se ha llevado un césped sevillano que ha visto fallar en numerosas ocasiones el gol que tanto necesita España esta tarde. Aunque de eso se ha hablado muchísimo menos. Un trabajo laborioso de muchos profesionales que ha encontrado en la máxima puntuación de la UEFA el reconocimiento que le sigue debiendo la Federación Española de Fútbol.

Cantar, cantar y volver a cantar

Recuperar el gol se antoja fundamental para seguir con vida. Sabe Luis Enrique la necesidad que tiene el público español de cantar gol de nuevo, y hacerlo para conseguir una victoria, no como ocurrió frente a Polonia. Afinan gargantas las miles de personas que ya se dividen en diferentes puntos del centro, para que luego no se desentone en función de lo que ocurra en el campo de juego. 28 grados hay en el mediodía de este miércoles soleado en el que España quiere hacer de todo hoy menos despedirse de la Eurocopa. Y está a un triunfo de conseguirlo.

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