Dijo una vez José Antonio Camacho que antes de un partido importante bastaba con darse una vuelta por el autobús para saber qué jugadores estaban listos para la batalla. Que mirando a los ojos de los convocados intuía con quiénes podía contar... y que a la hora de la verdad le salían muy poquitos. Esta sentencia, perdida ya en los mentideros del fútbol, es la demostración de que en los torneos por selecciones quizá se le da demasiada importancia a la convocatoria. Los datos dicen que lo normal es resolver el torneo con una quincena de futbolistas.

Por otro lado, también dijo una vez Javier Miñano, preparador físico de la selección, que son los jugadores no habituales los que decantan los torneos: «Desde el banquillo, aquellos jugadores que no participan son los que te ganan los campeonatos. No solamente porque en un momento dado tienen que salir porque se lesiona un titular, sino porque sirven para unir al grupo, para mantener la ilusión... porque todos los jugadores que vienen son titulares en sus equipos». Aunque no le falta razón, revisando los datos de los tres últimos campeones de Eurocopa y Mundial, se observa que muy pocos jugadores disputan más del 25% de los minutos:

Eurocopa 2004: Grecia campeona con fe

En este torneo, de seis partidos de duración, Otto Rehhagel repartió los minutos de tal manera que solo trece de sus jugadores alcanzaron ese 25%. Fue la muestra de que con un once definido y una idea clara (cerrojo atrás, precisión arriba) se puede llegar muy lejos.

Mundial 2006: Italia superó las adversidades

Italia tuvo que hacer varios cambios durante el torneo por las sanciones de Materazzi, De Rossi y la lesión de Nesta. Sin embargo, solo quince de los convocados por Marcello Lippi disputaron el 25% de los minutos. Y eso que jugaron dos prórrogas.

Eurocopa 2008: España hace el torneo «perfecto»

Que el equipo de Luis Aragonés ganase sus dos primeros partidos permitió que el tercer encuentro de la fase de grupos lo disputasen jugadores no habituales. Todos los convocados, a excepción de Palop, conocieron lo que es ser titular en un campeonato de Europa.

Mundial 2010: Del Bosque bordó los cambios

El hecho de perder en el primer partido de la fase de grupos cerró las puertas del once titular a media plantilla. Solo catorce jugadores superaron los 100 minutos sobre el césped. A pesar de esto, Del Bosque acertó con los cambios: Llorente, Pedro y Cesc terminaron siendo claves.

Eurocopa 2012: España, con lo puesto

El empate a uno del primer partido volvió a meter presión al once titular. Cinco jugadores (dos porteros incluidos) se quedaron sin debutar y solo trece convocados sobrepasaron la barrera de los 100 minutos. España tuvo un once muy definido durante todo el torneo.

Mundial 2014: Alemania, con las ideas claras

Tenía el once titular clarísimo, pero los problemas físicos de Khedira obligaron a Joachim Löw a introducir cambios puntuales. Aún así, solo catorce jugadores de la plantilla disputaron el 25% de los minutos pese a disputar dos prórrogas (en octavos y la final).