A veces, por imposible que parezca, los sueños se hacen realidad. Basta con cerrar los ojos, contar hasta diez y darse cuenta que todo es real. A ilusión no les gana nadie. ¿A nervios? tampoco. Es la historia de Alejandro, Eder, Nerea, Yago, Ariadna, Íñigo, Marta, Sergio, Pau, Jose y Javier, once niños que mañana, momentos antes de que el balón eche a rodar en el estadio de Tolouse, tendrán el honor de dar el último grito de aliento a nuestros internacionales.

Tras participar en un concurso en el que, a través del perfil de Facebook de Mcdonald's España, debían compartir un vídeo o una fotografía demostrando su pasión futbolera, estos pequeños recibieron hace un mes la noticia de su vida: de entre más de 400 participantes, ellos once habían sido seleccionados para formar parte del programa «Player Escort». Un viaje al corazón del fútbol que va mucho más allá de un increible desfile por el túnel de vestuarios.

Toda historia tiene un principio, y esta, como no podía ser de otra forma, empieza por la incredulidad. «Cuando nos llamaron pensábamos que era una broma», repiten los padres de algunos agraciados. No es para menos si de poner en perspectiva la experiencia se trata. Cuatro días en Toulouse, visitas guiadas, actividades recreativas, equipaciones personalizadas para la ocasión... y fútbol, mucho fútbol, es un caramelo demasiado suculento para pensar que algo así está ocurriendo de verdad. Si además, a todo lo anterior, le sumas la oportunidad de poder estar junto a tus ídolos momentos antes del debut en una Eurocopa, la cosa cobra tintes de fantasía.

Pero no, nada de lo que aquí se cuenta es ficticio. Si el pasado 2 de junio Fernando Torres, embajador de excepción del programa «Player Escort de Mcdonald's», presentaba a los once pequeños en Madrid, ayer sábado pusieron todos juntos rumbo a la bella ciudad francesa. Acompañados de sus padres, nuestros menudos protagonistas han tenido tiempo de recorrer el centro histórico de Toulouse, visitar su reconocida Ciudad del Espacio, disfrutar de una exhibición de Freestyle, realizar juegos, sesiones de aeróbic, entrenamientos, torneos de fútbol, entablar amistades con niños de otras nacionalidades y generar un clima de familiaridad entre toda la expedición.

Con la ilusión por bandera, mañana afrontan el momento cumbre del viaje. A primera hora se desplazarán hasta el estadio de Toulouse para ensayar la ceremonia, o mejor dicho, la mejor oportunidad para sacar pecho delante de sus compañeros de colegio. Cuando de pensar qué jugador les cogerá la mano para saltar al pasto, la gran mayoría prefiere a Andrés Iniesta, aunque Sergio Ramos tampoco estaría nada mal. Los padres no salen de su asombro: «Ojalá con su edad pudiera haber vivido algo así», comentan. No es para menos, sabeedores de que deberán cambiar el colegio por la oficina para presumir, por unos días, de sus hijos. Los más afortunados del mundo.