Corría el minuto 12 de la segunda parte y ganaba Irlanda del Norte a Ucrania (0-1) cuando los árbitros del partido decidieron enviar a los jugadores de ambos jugadores a los vestuarios. El motivo, una increíble granizada que cayó sobre el estadio de Lyon.
El árbitro principal decidió que el tamaño del granizo y la violencia con la que cayó sobre el terreno de juego podía poner en peligro la integridad de los futbolistas , por lo que decidió parar momentanemente el encuentro a la espera de que la descarga finalizara.
Afortunadamente el parón apenas duró tres minutos y el Ucrania-Irlanda del Norte pudo reanudarse sin problemas.
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