Una victoria contundente como la conseguida ante Turquía no ha cambiado el tono prudente de Del Bosque. Satisfecho por la clasificación y por el buen juego del equipo, el seleccionador vuelve a reclamar a la gente que guarde la euforia para otro momento. Se está en el camino, admite, pero aún queda trecho por recorrer: «Hemos cumplido el primer objetivo que teníamos, que era clasificarnos. Lo hemos hecho con un buen partido y además metiendo goles, que era una carencia que teníamos. Todo ha ido perfecto pero aún no hemos ganado nada».

Siente Del Bosque que vuelve a tener a un grupo de jugadores comprometido y dispuesto a pelear por la tercera Eurocopa consecutiva, gente nueva capaz de suceder a una generación de oro que tocó techo en Sudáfrica y mantuvo la inercia hasta la Eurocopa de Ucrania y Polonia. Hay mimbres para seguir ganando: «En este recorrido que comenzó en 2008 hemos perdido algunos jugadores muy importantes, pero no podemos vivir del pasado. tenemos jugadores que pueden aportar mucho».

Siempre cauto, asegura no importarle recibir rivales que se encierren, aunque eso lleve a la selección a trabajar duro para encontrar las grietas del contrario: «Si me dicen que el rival no va a atacar, mejor. Ya sé que tenemos que defender con muchos espacios, pero ya buscaremos la fórmula para hacerles daño. Por suerte tenemos jugadores que entienden muy bien el juego, y saben en cada momento lo que deben hacer».

Y concluye garantizando que no ha echado ni siquiera un vistazo al cuadro de cruces, un asunto del que empezará a preocuparse a partir de mañana: «Ahora empezaremos a pensar en eso. pero antes intentaremos buscar los tres puntos ante Croacia, con actitud deportiva, y elegiremos a los que creamos que nos van a dar los tres punto».