Cuando Croacia tenía el partido ganado y controlado para llevarse los tres puntos ante la República Checa, incomprensiblemente los aficionados del equipo ajedrezado han tirado alrededor de quince bengalas y una decena de petardos a la esquina del córner izquierdo de la portería de Cech.
Una inexplicable situación que ha provocado que Clattenburg suspendiera el partido durante seis minutos, ante la perplejidad de los jugadores croatas que pedían calma a sus hinchas sin demasiado éxito. El suceso ha sacado del partido por completo a Croacia y lo ha acabado pagando con un penalti en la prolongación que le ha hecho perder dos puntos en un partido que tenían totalmente a su favor.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión