Los incendios antes del debut: del 'caso Torbe' a la noche de Krasnodar

La noticia del positivo de Sergio Busquets a una semana del debut en la Eurocopa se clavó como un puñal en la delegación española. Aún no se explican cómo ha podido suceder, pero lo que sí tienen claro tanto en la Federación como en el propio equipo es que supone un duro golpe a las aspiraciones en el torneo continental, pues toda la preparación se ve comprometida.

Casualidades de la vida, España se está acostumbrando a convivir con procesos traumáticos justo antes de los comienzos de los grandes torneos. Con el de Busquets son ya tres competiciones consecutivas las que se han visto alteradas en el inicio por sucesos que traspasan con creces lo que sucede en el campo.

El más lejano es que ocurrió con David de Gea a tres días del estreno en la Eurocopa 2016 ante República Checa. El guardameta del Manchester United estaba en el foco porque todo parecía indicar que Vicente del Bosque le iba a elegir como titular en lugar de Iker Casillas, dando un relevo histórico a la portería de España, pero de un día para otro comenzó a ocupar portadas por un caso completamente distinto. De Gea aparecía implicado, junto a Muniain , en un presunto delito de corrupción de menores y abusos sexuales en los que también habría participado el productor y actor porno Ignacio Allende, 'Torbe'.

Pese al revuelo, Del Bosque le concedió la titularidad en la Eurocopa, aunque la andadura de España no fue muy largo. La selección cayó eliminada en los octavos de final por Italia.

Dos años después, antes del Mundial de Rusia , De gea pasó factura al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la visita de este a Las Rozas para desear suerte a los internacionales. El guardameta no había olvidado que en 2016 Sánchez, aún en la oposición, había asegurado que no se sentía «cómodo» viendo a De Gea en la portería de la selección. El portero se negó a aplaudir a Sánchez en su intervención, un gesto que no pasó desapercibido para nadie.

´Sin embargo, la bomba absoluta llegó días después, ya en la concentración en Krasnodar. Un comunicado del Real Madrid anunciando la contratación de Julen Lopetegui como entrenador al término del Mundial desató la tormenta perfecta. El cruce de comunicados y desencuentros terminó con el técnico vasco fulminado por Luis Rubiales a solo dos días del debut ante Portugal. Fernando Hierro asumía el puesto de urgencia ante un vestuario dividido por la decisión.

Tampoco fue un buen Mundial el de Rusia. España pasó a octavos tras dos empates (Portugal y Marruecos) y una victoria por la mínima ante Irán. La aventura de España volvió a acabar en octavos tras perder en los penaltis ante la anfitriona.

No son los únicos episodios. En el pasado llamó también la atención la baja de última hora de Cañizares para el Mundial de Corea y Japón tras caérsele un bote de colonia en el pie o los enfrentamientos de Javier Clemente con los periodistas en mitad de los grandes torneos. Ahora, a falta de una semana del duelo en La Cartuja ante Suecia, es el positivo de Busquets lo que amenaza de lleno el futuro de la selección en la Eurocopa. A estas alturas, ya nadie se acuerda de la ausencia de Sergio Ramos.