Eurocopa

Cristiano y Benzema, duelo al gol entre dos viejos aliados

Tras compartir nueve fructíferas temporadas en el Real Madrid, vuelven a encontrarse como referentes de Portugal y Francia en la resolución del grupo de la muerte

Suiza - España, última hora en directo

Cuántos terceros pueden pasar a los octavos de final

Fernando Santos y Cristiano, en un entrenamiento de Portugal EFE

Óscar Bellot

Cristiano Ronaldo y Karim Benzema vuelven a encontrarse sobre un terreno de juego. No sucede desde que hace tres años el luso aguase la fiesta en Kiev dejando entrever una salida del Real Madrid que terminó consumándose semanas después de levantar la decimotercera. Tras compartir nueve fructíferas temporadas en la casa blanca en las que tejieron una alianza letal, la Eurocopa cruza de nuevo sus caminos en el Puskas Arena de Budapest, donde librarán un duelo al gol que se perfila determinante en la resolución del grupo de la muerte. Con Francia ya clasificada para octavos e intentando retener el primer puesto que le depararía un cruce teóricamente más asequible y Portugal pendiente de sellar un pase del que solo le apartaría una carambola a la que no quieren dar espacio los pupilos de Fernando Santos.

Pese a que cuando el balón rueda no hay amistad que valga entre adversarios, no cabe duda de que será un día especial para el astro de Funchal y el crack lionés, que aterrizaron de la mano en la capital española como dos de las principales apuestas de Florentino Pérez en su regreso a la presidencia del Real Madrid. Unas 85.000 almas dieron la bienvenida el 6 de julio de 2009 al ex del Manchester United en un Santiago Bernabéu que se prosternó ante su nuevo ídolo. Sensiblemente inferior fue el recibimiento tributado tres días después al delantero procedente del Olympique de Lyon, que se despidió de los 20.000 aficionados congregados con el mismo grito de guerra que su nuevo compañero: «Un, dos, tres... ¡Hala Madrid!». Costaron 94 y 35 millones de euros, respectivamente, pero en Chamartín amortizaron la inversión con creces.

En las nueve campañas siguientes disputaron 342 partidos juntos. Un total de 22.355 minutos compartiendo espacio sobre el pasto en los que el Real Madrid marcó la friolera de 917 goles, a razón de 2,68 por encuentro. 76 de esos tantos fueron resultado directo de la poderosa sociedad que establecieron. 29 dianas anotó el francés tras un servicio de su camarada de Madeira. 47 goles selló el portugués después de una asistencia de su acólito galo. Con Gareth Bale como tercera pata de la celebérrima ‘BBC’ , dominaron el viejo continente. Su cofradía fue decisiva para que los blancos alzasen cuatro Champions, dos Ligas, dos Copas del Rey, dos Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes. Dieciséis títulos como cosecha de una de las hermandades más provechosas de cuantas haya deparado el fútbol.

Admiración y respeto

Se respetaban y admiraban mutuamente, lo que permitió una cohabitación prácticamente perfecta. Benzema asumió desde el primer momento la idiosincrasia del voraz artillero que tenía al lado y no le importó desempeñar el papel de subordinado, aun a costa de ver reducido su brillo. Y el luso valoró siempre la condición de facilitador de ocasiones del galo, por el que sacó la cara cuando el Bernabéu la emprendía con su presunta falta de olfato. «Es el mejor delantero de la Liga y uno de los mejores del mundo», le defendió el ‘7’ tras una goleada al Athletic en octubre de 2014 . «Es un placer escucharlo de su parte, porque ahora mismo es el mejor jugador de mundo», replicó el ‘9’ poco antes de ponerse a las órdenes de Didier Deschamps en una de sus últimas apariciones con ‘les bleus’ antes de que el estallido del ‘caso Valbuena’ llevase al técnico de Bayona a apartarle de la selección.

Ese veto hizo que Benzema se perdiese la Eurocopa de 2016, disputada en tierra patria. En su ausencia, Giroud y Griezmann conformaron la delantera que sucumbió ante Portugal en la final disputada en Saint-Denis. Aquel día Cristiano Ronaldo fue titular pero tuvo que abandonar el rectángulo de juego a los 25 minutos a causa de un esguince de rodilla. Sus lágrimas fueron una de las imágenes del torneo, pero el desconsuelo de la estrella lusa devino en júbilo con el gol de Éder que tumbó a la anfitriona.

Cinco años después, Francia busca venganza con el readmitido Benzema bajo sospecha tras dos partidos en los que su influencia ha sido escasa. En la victoria frente a Alemania le anularon un gol por fuera de juego, mientras que en el empate contra Hungría apenas remató una vez a puerta. «Es cierto que un delantero necesita marcar pero lo esencial es que tenga confianza y que sepa que tiene la mía», salió al paso de las críticas Deschamps tras el enfrentamiento con el combinado magiar. Muy diferente está siendo la actuación en el torneo de Cristiano, autor de un doblete en el triunfo sobre Hungría y goleador también en la derrota ante Alemania. Su cuenta de dianas como internacional asciende ya a 107, dos por debajo de la plusmarca de Ali Daei. Frente a un Benzema que disparó sus registros una vez que salió de la alargada sombra de su antiguo compinche, tendrá oportunidad de seguir acechando uno de los pocos récords de los que aún no ha logrado apoderarse.

Noticias relacionadas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación