Fútbol
Luz verde a desenredar la Premier League
Los clubes acuerdan reanudar el campeonato tras anunciar el gobierno que se podrá competir a partir del 1 de junio. El objetivo ahora es evitar jugar en campos neutrales
De la reunión que estaba llamada a marcar el futuro de la liga más poderosa del mundo se extrajo una certeza:el balón volverá a rodar. La decisión está sujeta a los avances del Covid-19 , cómo no, pero lo que a día de hoy importa es que ayer los veinte clubes que integran la Premier League pusieron fin a la videoconferencia mediante la que se reunieron con el acuerdo explícito de jugar las 92 citas que el calendario había dejado marcadas como pendientes.
En ello influyó sobremanera la intervención de la FA, que desde el primer momento hizo valer su influencia a la hora de determinar qué pasa con los cambios de categoría para esclarecer que la temporada se iba a terminar con todas las consecuencias. Fue el acicate para que los tres clubes de la cola, Bournemouth , Aston Villa y Norwich , abandonasen la idea de negarse a jugar lo que resta de campaña si ha de hacerse en campos neutrales, requisito impuesto por las autoridades británicas.
Los contratos, prorrogados
Resuelto el nudo más enrevesado de la discusión, se abordó otro que será el que determine cuánto tardará en conocerse la fecha de regreso de la competición: si se juega manteniendo las localías o si se acepta el plan para desarrollar el tramo final del campeonato en campos neutrales con condiciones favorables para garantizar un ambiente de seguridad frente al coronavirus, como Old Traffod, el Etihad, el Olímpico deLondres o Wembley. Por lo pronto, el presidente de la Premier, Richard Masters , anunció ayer que la liga trabaja para convencer al Gobierno de que es posible permitir que cada equipo actúe como local cuando corresponda, en lo que a todas luces supone una oda a la responsabilidad de los aficionados, cuyas posibles reuniones en torno a los estadios hacen torcer el gesto de la Policía. De un modo u otro, el 12 de junio parece la fecha fijada para el regreso. Otro de los asuntos resueltos ayer fue el de los contratos que terminan el 30 de junio, situación que afecta a la quinta parte de los jugadores de la Premier, y que serán prorrogados hasta el último día.
Horas antes, el primer ministro británico, Boris Johnson , había dado luz verde al regreso del deporte competitivo a partir del 1 de junio, siempre y cuando los datos de muertos y contagiados sigan la línea prevista —también los que arrojen los test a los clubes: el Brighton, por ejemplo, ha registrado tres positivos—. La medida forma parte de la segunda fase del particular plan de desescalada en las Islas, donde el fútbol profesional se enmarca en el mismo escenario que la paulatina reapertura de los colegios, lo cual resalta importantes diferencias con la forma de proceder en otros países, caso de España. Más aún cuando las peluquerías no podrán reabrir hasta la tercera, programada para julio.
Donde sí coinciden ambos países es en el «no» rotundo al regreso de los aficionados a los estadios. El propio Johnson aplicó al fútbol británico la pauta que viene mediando en todo el mundo: no se oirá más que el «tac tac» de la pelota viajando de un pie a otro hasta que no haya una vacuna, algo que compromete la vuelta a la vieja normalidad para la próxima temporada. El líder del país con más muertes en Europa, por encima de las 32.000, fue un paso más allá al manifestar que la vacuna puede «no llegar nunca», lo cual supondría, siguiendo el discurso del premier, la imposición a perpetuidad de las restricciones sociales y económicas.
Entretanto, y como el futuro pinta aún gris como para empezar a sacar nada en claro de todo esto, lo que urgía a los veinte clubes de la Premier era pactar una reanudación que pusiese a salvo la millonada que una cancelación podría haber costado. El montante se iba prácticamente hasta el billón de euros .
También había en juego un importante botín deportivo. Además de los descensos, sobre la mesa estaba la esquiva corona del Liverpool , a dos ratos de inscribir en ella sus siglas y por momentos temeroso de ver cómo una cancelación dejaba un año más a la afición red sin el título de su desvelo. Con cómo repartir las plazas que dan acceso a la Champions y la Europa League había otro problema importante, nerviosa la UEFA al ver cómo la decisión se prorrogaba sin solución a la vista y con el 25 de mayo como límite para tener una decisión en la oficina de Aleksander Ceferin. Decidirá el balón, el único que se moverá con normalidad en el fútbol que viene.
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