La perdición de los futbolistas

Visión futurista sin riesgo en el pronóstico. El escándalo sexual que acecha a Karim Benzema no será el último relacionado con un futbolista en los próximos meses o años. El sexo es la perdición de los jugadores de fútbol. Proliferan los casos turbios en el ámbito vip de los reservados exclusivos, las lujosas concentraciones o los hoteles cinco estrellas. Se trata de una ardiente mezcla entre la juventud de los protagonistas, el vigor de su profesión y la despreocupación por las ingentes cifras de dinero que mueven a su paso. Y en el saco hay, como en botica, un poco de todo: chantajes, infidelidades, travestis, vídeos, familia, tríos...

El defensa Wayne Bridge se negó a saludar a su excompañero John Terry en un Chelsea-Manchester City de 2010 durante el protocolo del pasillo previo al partido y las palmadas de macho alfa.

Había motivos para el rencor. Terry mantuvo un tórrido idilio con Vanessa Perroncel, entonces novia de Bridge, mientras ambos jugadores compartían vestuario en el equipo de Londres. Fabio Capello le quitó a John Terry la capitanía de la selección inglesa y por las sábanas empezó su decadencia como internacional.

Las triángulos amorosos rara vez acaban bien. Lo atestigua el excapitán del Manchester United Ryan Giggs, modélico en el campo y disperso fuera de él. El delantero galés tuvo una secreta relación de ocho años con su cuñada, Natasha, casada con el hermano del futbolista, Rhodri Giggs. Se desconocen las consecuencias familiares de aquella revelación.

El centrocampista del Betis Rafael Van der Vaart transmitió la ruptura de su matrimonio por las revistas del corazón. Su despampanante mujer, Sylvie, causó sensación en Madrid. También su amiga, Sabia Boulharouz, con la que el jugador de origen andaluz mantuvo un romance.

La mayor preocupación de Ronaldo, el brasileño, en la primavera de 2008 no fue pasar unas horas en la comisaría de Río de Janeiro interrogado por la policía, sino que lo considerasen homosexual. Había recogido a tres prostitutas en la calle, las llevó a un hotel para montar una jarana y descubrió, a la hora de la verdad, que eran travestis.

El delantero francés del Arsenal Olivier Giraud tuvo que admitir en las redes sociales una infidelidad, ya que no le quedó otro remedio. Apareció en un rotativo inglés en calzoncillos después de un encuentro furtivo con la modelo norteamericana Celia Kay.

Cualquier pronóstico en torno a Benzema juega sobre seguro en el barro. Ya fue acusado -y absuelto- por un tribunal francés por mantener relaciones sexuales con una prostituta menor de edad.