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Ángel María Villar pasa su primera noche en los calabozos

Operación SouleAsí fue la caída de Villar en su día más negro como presidente del fútbol español

El presidente de la Federación pasó la noche en el calabozo después de asistir junto a la Guardia Civil al registro de la RFEF

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El presidente de la Real Federación Española de Fútbol recibió ayer una visita inesperada. La de la Guardia Civil. Inesperada para él, porque sus numerosos adversarios y gran parte de sus fieles colaboradores esperaban desde hace tiempo que Ángel María Villar, antes o después, saliera escoltado por las fuerzas del orden público. Salpicado por distintos escándalos en los últimos años e imputado en varios casos de corrupción, Villar había logrado ir evitando las imágenes con las que ayer abrieron todos los telediarios. Pero era tal la cantidad de frentes abiertos y tan notorias las irregularidades de su gestión, que la Fiscalía y la Guardia Civil decidieron hace tres meses abrir una profunda investigación basada en la denuncia que el Consejo Superior de Deportes presentó el año pasado.

Las pesquisas se realizaron de manera sigilosa durante semanas, con grabaciones de las conversaciones entre los presuntos implicados. Y ayer tuvieron su capítulo más estelar con la detención del presidente, de su hijo Gorka, del vicepresidente y mano derecha de Villar, Juan Padrón, y del secretario de la Federación Tinerfeña, Ramón Hernández Baussou. Se les imputan delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares, falsedad documental y alzamiento de bienes.

Cae el núcleo duro

Las detenciones de Gorka Villar y de Juan Padrón describen bien a las claras que lo que se investiga no es un caso concreto, sino prácticamente toda la gestión presidencial, y sobre todo la de los últimos doce años. Al fin y al cabo, su hijo y su eterno vicepresidente económico han sido sus dos principales apoyos, en los que Villar ha depositado toda su confianza. Ahora sabemos que también eran los dos principales beneficiarios de un entramado diseñado para saquear de manera «continuada» las arcas de la Federación.

El grueso del saqueo se produjo a costa de la selección española. Los triunfos del combinado nacional, primero con Luis Aragonés y después con Vicente del Bosque, aumentaron el caché del equipo dos veces campeón de Europa y campeón del Mundo en Sudáfrica. Y al calor de esos éxitos, llegaron cada vez más patrocinadores y se pudieron comercializar a mejor precio los derechos audiovisuales de los encuentros disputados por España. Villar y Juan Padrón cedieron la explotación de esa «gallina de los huevos de oro» a una empresa, Santa Mónica Sports, que según apuntan a ABC fuentes de la investigación, habría terminado beneficiando al propio Villar y a sus directivos. El sistema era sencillo: Padrón firmaba unos acuerdos muy beneficiosos para Santa Mónica, y después la empresa ya se iba encargando de ir repartiendo mordidas en distintos despachos de la Federación.

Con la quiebra y disolución del contrato con Santa Mónica en 2013, no terminó ni mucho menos el saqueo a costa de la selección. Los de Vicente del Bosque seguían siendo un equipo muy cotizado en todo el mundo. Gorka Villar, desde su cargo de director general de la Confederación Sudamericana (Conmebol), se dedicó a hacer caja gracias a los numerosos amistosos de España. Aunque no siempre se utilizaba el mismo modus operandi, lo habitual era que si el caché de la selección por cada partido rondaba los dos millones de euros, la Federación Española solo ingresaba una parte. A cambio de la «rebaja» en el caché, las federaciones internacionales que acordaban con España partidos amistosos compensaban a Gorka Villar beneficiándole con la «contratación de servicios y otras relaciones comerciales».

Apropiación de fondos

La tercera pata de esta estructura para esquilmar los bienes de la Federación vuelve a tener a Juan Padrón como principal protagonista. Hace muchos años que Villar delegó en su mano derecha el control con mano de hierro de las federaciones territoriales a través del reparto del dinero. A los «virreyes» afines a la causa -la mayoría- se les premiaba con prebendas. A los presidentes díscolos se les castigaba con las migajas. De esta manera, Padrón había logrado crear una tupida red clientelar contra la cual no había adversario posible en los distintos comicios electorales.

Por los servicios prestados, Villar permitió al vicepresidente excederse «en sus facultades de administración del patrimonio de la Federación, causando perjuicio a la misma», como consta en la nota que ayer envió la UCO. También «habría favorecido la contratación de sociedades de las que habría obtenido un beneficio propio en forma de contraprestación económica y también habría participado, junto con el secretario general de la Federación Tinerfeña en una operativa continuada de apropiación de fondos de dicha Federación, a través del desvío de estos a una sociedad gestionada por ambos».

Para confirmar hasta dónde llegó este sistema clientelar diseñado por Padrón, la Guardia Civil fue visitando todas las sedes de las distintas federaciones territoriales, así como la Ciudad del Fútbol de Las Rozas donde se incautaron de abundante documentación. Los implicados asistieron a cada registro, dejando imágenes como la que retrató a Villar entrando en la sede federativa junto a la Guardia Civil antes de poner rumbo al calabozo para pasar su primera noche detenido.

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