Granada CF
Luis Milla: «Los futbolistas no queremos ganar menos dinero, pero tampoco queremos jugar más»
El mediocentro del Granada, que hoy visita el Bernabéu, es uno de los pilares del conjunto nazarí y un futbolista con las ideas muy claras, dentro y fuera del verde
Tras una primera temporada brillante hasta Navidades, pero complicada desde entonces por una compleja lesión muscular, Luis Milla (Madrid, 7 de octubre de 1994) ya mira con una sonrisa el presente. Le costó regresar tras siete meses parado entre periodo de recuperación, vacaciones y pretemporada, pero poco a poco ha vuelto a ser esa pieza distinta del centro de campo del Granada, que esta noche visita el Santiago Bernabéu (21.00 horas)
-Qué poco le duró lo de ser el fichaje más caro de la historia del Granada
(Risas) Sí, sí. Una semana y me quitó el récord Luis Suárez... Mejor así, esa presión para otros.
-La pasada temporada me dijo que apenas había podido conocer Granada. ¿Se ha quitado ya esa espina?
-Sí, suelo salir a cenar y comer al centro con compañeros de equipo, he subido a Sierra Nevada un par de veces y he bajado a la costa para sacarme el PER (patrón de embarcaciones de recreo). Estoy muy contento en Granada.
-¿Para cuándo el tercer nivel de entrenador?
-Cuando me retire me lo sacaré. Ese es el camino que deseo cuando ya no sea futbolista.
-¿Qué ha aprendido en estos dos años de pandemia?
-El virus nos quitó la libertad y las relaciones humanas, y ahora la normalidad la valoramos mucho más.
-¿Entiende a la gente que no quiere vacunarse?
-Hay expertos que sabrán hablar de esto mucho mejor que yo, pero si se recomienda la vacunación es por algo. A partir de ahí todo es nuevo, inclusive para los expertos, y con los años iremos sabiendo más, pero nosotros tenemos que ponernos en manos de los especialistas porque no tenemos ni idea.
-¿Compartiría vestuario con un futbolista que no estuviera vacunado?
-Hay que ver qué repercusión tiene que una persona no se vacune respecto a los demás. A partir de ahí, tendrá su motivos para no hacerlo. Creo que es una decisión personal, respetable y que hay que aceptar.
-¿Cómo van esas charlas de fútbol con su padre?
-Muy bien. Hablamos mucho de fútbol, de los partidos del Granada, de mi juego... Él siempre me ha inculcado los mismos valores, jugara en Tercera, Segunda B o ahora en Primera, y creo que tengo las ideas claras gracias a lo que me ha enseñado. Hablamos de fútbol de manera muy natural y vemos este deporte de un modo muy parecido. A veces soy yo el que me pongo en el papel de entrenador y ahí tenemos luchas (risas).
-Lo de su padre y usted es raro porque cada día se habla menos de fútbol y más de todo lo que le rodea. Más show y menos juego.
-Al que le gusta el fútbol se distingue rápido y bien que es así, pero es cierto que cada día se habla menos de fútbol. Si vamos hacia ese punto es porque eso es lo que vende y reclama la gente. Igual estamos haciendo algo mal.
¿Qué remedio hay?
-Coincido en una reflexión que le escuché a Quique Sánchez Flores hace unos días, que dijo que los futbolistas y los clubes nos habíamos metido en una burbuja. Seguramente no estamos llegando a los aficionados cómo deberíamos llegar. Quizás los futbolistas tenemos que ser más cercanos, dentro de un límite, pero que la gente sienta que los futbolistas estamos cerca de ellos. No nos cuesta nada y creo que ayudaría a que la gente se enganche y entienda que somos personas normales.
-Hace un mes Ancelotti abrió el melón de la evolución del concepto de autoridad. ¿Cómo lo ve usted?
-Para ganarse el respeto no es necesario tener malas formas, gritar o hablar mal. Así no te ganas la autoridad. El propio Ancelotti, Zidane y otros muchos entrenadores lo han demostrado. Hace muchos años se vivía el fútbol de otra forma y la autoridad también, pero eso ha cambiado. Tengo 27 años y, en todo este tiempo que he sido futbolista, con la gente más veterana que he compartido vestuario he entendido la autoridad desde el respeto. Ser compañero y ejemplo desde el respeto. Esa es la autoridad que a mí me gusta.
-¿Tiene solución este calendario de locos?
-El negocio está montado así, pero la gente que trabaja para el fútbol debe entender que hay límites que no se pueden pasar. Llega un momento en el que puede ser perjudicial. Al final los partidos no serán atractivos porque los futbolistas ya no daremos para más.
-Continúe...
-La pasada temporada empezamos a jugar en julio con la previa de la Europa League, y eran partidos cada tres días. En enero éramos los que más partidos habíamos jugado en Europa y veíamos como encuentro tras encuentro caían jugadores, y otros mucho jugaban en el alambre. Lo único que pueden hacer los clubes son plantillas largas, y nosotros cuidarnos y prepararnos lo mejor posible porque ya sabemos que nos quieren llevar al límite.
-¿Estarían dispuestos a ganar menos dinero a cambio de menos partidos?
-Los futbolistas no queremos ganar menos dinero, pero tampoco queremos jugar más. Tiene que ser un término medio en el que todos salgamos beneficiados. Eso es lo que tenemos que buscar. Lo del dinero es el recurso fácil. Sí, somos afortunados, claro, pero los futbolistas tenemos nuestros problemas, nuestra vida, y hemos tenido que renunciar a muchas cosas. Esto no es venir a entrenar una hora y media, y ya está. Los futbolistas ganan el dinero que ganan porque lo mueven. Está más que justificado.
-Casemiro, Modric, Kroos. ¿Cómo afronta un mediocentro jugar contra uno de los mejores medios del campo de la historia?
-Es admirable lo que han hecho. El rendimiento y la motivación que tienen tras tantos años ganando...
-¿Con cuál se siente más identificado?
-Me asemejo más al fútbol de Toni Kroos, pero son palabras mayores. Yo estoy muy feliz de poder estar en el Granada para poder medirme a este tipo de jugadores. Es evidente que una de las grandes diferencias del Madrid es su mediocampo, pero tenemos la confianza de ponerle las cosas difíciles en el Bernabéu. Ya le ganamos al Sevilla, al Atlético y al Barça en nuestro campo, y en el Camp Nou nos empataron en el noventa.
-¿Va a sufrir el Granada para lograr permanencia?
-Tenemos que pensar que esta es la realidad del Granada. Lo que se ha vivido en las últimas temporadas es algo excepcional, único en la historia. Nuestra batalla es pelear la salvación y asentar al Granada en Primera, y para eso tenemos que volver a la intensidad y al camino que mostramos antes de Navidades.
