Luis Enrique: «Antes de los partidos duermo como un niño; después, ni borracho»

Sevilla está radiante para recibir a la selección, perdura la primavera en noviembre y las terrazas están hasta la bandera. Se anuncia noche grande, noche para recordar, y España se mentaliza para sacar al menos un punto contra Suecia , le basta con eso para cerrar su clasificación para el Mundial de Catar . No habrá, sin embargo, ningún atisbo de especulación y el equipo, como de costumbre, saldrá a ganar, que nadie lo dude. Luis Enrique , el altavoz del vestuario, es el primero en acentuar ese mensaje, contagiado por la euforia que se vive en la capital andaluza. Hasta 54.000 almas se espera en La Cartuja.

«Como jugador dormía de maravilla y después muy mal, como entrenador me pasa lo mismo. Duermo bien antes del partido y después no duermo ni borracho», introduce Luis Enrique en una sala de prensa como las de antes, se percibe la magnitud de la cita. El asturiano, serio como de costumbre, no regala esta vez ni una sonrisa, no al menos con la prensa española. El combinado nacional se juega otro Mundial, sería el duodécimo consecutivo , pero no vale de nada el ayer: «Como los entrenadores tenemos que estar precavidos, es muy importante centrarnos en las dificultades que vamos a tener mañana. Hay que centrarse en los problemas que nos ha dado siempre Suecia. Ahora hay que conseguir que los que vengan a La Cartuja estén preparados para que cuando suframos, que sufriremos, lo hagamos juntos. Centrarnos en rachas puede despistarnos de lo que es nuestro trabajo. Hubiéramos firmado estar en esta situación y nos falta rematar».

Suecia incomoda, es una selección que molesta, pero nada cambiará la rutina de España. «He revisado principalmente los dos que últimos que jugamos. No vamos a cambiar nada más allá de los matices propios de cada partido. Es un equipo que sabe defender muy bien, muy cerca de su área, y que tiene jugadores rápidos que pueden generar contragolpes. En la Eurocopa fuimos infinitamente superiores e incluso pudimos perder. Tampoco merecimos la derrota en Suecia, merecimos mínimo el empate e incluso la victoria. Pero el fútbol no sabe de justicia, sabe de balones que entran en la portería rival. Por eso digo que habrá dificultades y que necesitamos al público, con el público somos más débiles y ellos más fuertes».

Luis Enrique, que se siente muy respaldado, o al menos eso dice, empezó la concentración hablando de presión y refuerza su mensaje ante una pela muy seria. «Tengo la misma sensación que ante Grecia. Hablamos de presión, pero son dos partidos para llegar al Mundial y necesitamos la segunda victoria, es el objetivo. No ha cambiado nada, sigue siendo el plan». Y el plan es Suecia, está prohibido hablar del más allá o de su contrato, que finaliza tras el Mundial de Catar. « El futuro es incierto, no hay futuro . El futuro es mañana, mejor dicho, es hoy. Es lo que me apasiona, lo que me motiva. Ni me preocupa ni a nadie de la Federación porque la química es muy buena».