Grecia-España
Luis Enrique se ríe ahora de la presión: «Yo soy muy happy»
El seleccionador rebaja la presión de la que él mismo habló y ensalza el compromiso de sus jugadores antes de la final contra Grecia
Por primera vez, Luis Enrique admite públicamente que siente la presión, y no debe entenderse como un síntoma de debilidad. Lo dijo el pasado viernes, cuando dio la lista, y lo ha repetido en Atenas, en donde España se juega mañana contra Grecia buena parte de sus opciones de ir directa al Mundial de Catar . Le va la vida a la selección en esta semana angustiosa, únicamente válidos los triunfos ante Grecia este jueves y ante Suecia el domingo en La Cartuja, y el asturiano, de por sí autosuficiente, asume la magnitud de estas citas. No es miedo, pero sí cierto temor ante lo que sería un batacazo terrible. Sin embargo, desde Atenas el discurso es otro y el propio Luis Enrique lamenta ese arrebato de sinceridad cuando habló de presión con tanta ligereza.
«Tengo mucha suerte porque después de ver las dos sesiones de entrenamiento en Las Rozas, e imagino la de hoy, soy más que optimista», introdujo. «Por la confianza, el ritmo, la calidad que tienen… Estoy más tranquilo a la hora de valorar este partido. Me han transmitido mucho para estar muy tranquilo y para estar preparado para las dificultades». Fue su primera respuesta en castellano, pero no la última en la que se le cuestionó por la presión.
« Luis Enrique nació con presión », resolvió a la segunda. «Nació el 8 de mayo de 1970 en Gijón, paraíso del mundo mundial. Llevo desde los 18 o 19 años aguantando la presión y me siento a gusto, me va la marcha, me va el ritmo. Fui muy sincero, pero viendo cómo entrena mi equipo…».
Y ya a la tercera, Luis Enrique saltó. «Os veo un pelín preocupados por la presión, ¿qué os pasa? Bendita presión , qué maravilla de presión. Darnos toda la presión del mundo. Este equipo, además, siempre ha demostrado que con presión rinde. Por favor, sin presión no seríamos la selección española».
Él mismo le dio carpetazo al melón que abrió el viernes pasado, a su manera, entre ácido y harto de la prensa. Las preguntas entonces pasaron a tocar otros temas y él se sintió más a gusto. «España tiene que estar obligada a ganar cada partido, que es lo que tiene que hacer. Hay que ganar con nuestras armas y esa es nuestra obligación , no ha habido ni un solo partido sin la presión de ganar».
Antes del duelo ante Grecia, Suecia juega en Georgia , pero luis Enrique no quiere ni pensar en ese resultado: «No hay ningún atisbo de duda, solo hay un partido, el de Grecia en Atenas. Pensar en lo que pueda pasar a continuación puede despistarte. No sé si estaremos más acertados o no, pero hay que ir al partido desde el principio, intentar superar a un rival que será duro… No existe nada más».
Ese nada más es un todo o nada, no es la primera vez. «Cada partido hemos tenido presión. Contra Alemania para la fase final de la Liga de las Naciones pasaban ellos o nosotros, contra Eslovaquia en la Euro lo mismo, en los cruces lo mismo, en la Nations League lo mismo… Estamos encantados con este escenario , no he buscado referencia en ningún partido».
El asturiano compartió la alegría del grupo ante el reto. «La ilusión que tenemos todos es tan grande… Estamos en la misma situación que en cualquier otro partido. Esa ilusión supera con creces cualquier atisbo de sentirse atenazado. El error quizá es mío por ser tan sincero y diré más topicazos para que estéis tranquilos. Pero insisto, la responsabilidad es la misma de siempre».
Y para rematar, en la última pregunta, un titular más, quizá mejor escuchado que leído por el énfasis que le puso. «Hay que ser optimista, hay que ser optimista y pensar en que todo va a salir muy bien. Los pensamientos generan una energía, esa energía genera acciones… Yo soy muy happy, muy optimista y pienso en que vamos a ganar y en hacerlo muy bien. Ya habrá tiempo para pensar en cosas malas y feas».
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