Koeman, obsesionado por la falta de gol

«Solo pienso en el gol», se disculpaba Ansu Fati cuando se le recordaba la jugada en la que pudo pasarle la pelota a Busquets, solo y sin portero, pero prefirió buscar un remate imposible ante el Dinamo de Kiev. El error del canterano el pasado miércoles, junto a los inexplicables fallos de Luuk de Jong , confirman las dificultades del Barcelona para marcar goles esta temporada y despiertan la nostalgia de un pasado reciente, cuando Messi, Griezmann y Luis Suárez acumulaban tantos y rivalizaban por el pichichi. Sin ir más lejos, el argentino y el francés sumaron 58 goles el pasado curso. Actualmente, el Madrid ha marcado ocho dianas más que los azulgranas en los primeros ocho partidos de Liga. La desolación adquiere una proporción mayor en Europa, con un gol en tres jornadas. Una inquietante losa para Ronald Koeman ante el clásico de mañana.

«No se puede perdonar tanto», se lamentaba Koeman en una letanía repetida demasiadas veces este año. El técnico está obsesionado con el gol, como Ansu Fati . «Estoy contento por el juego, pero no con la efectividad. Cuando somos tan superiores y creamos tantas oportunidades hay que marcar. Es la responsabilidad de los atacantes. Si no tienen, no se puede pedir. Pero ellos sí tienen. Son responsables de sentenciar el partido», criticaba el técnico neerlandés señalando directamente a Luuk de Jong, Memphi s y Ansu Fati, aunque descargaba de presión al joven canterano. «Aún le faltan cosas, y es normal. Hay que pensar que ha estado mucho tiempo fuera, lesionado, y necesita tiempo. Además, va a cumplir 19 años. No se le puede pedir que resuelva lo que nos falta y cubra el hueco que ha dejado Messi. Hay que ir paso a paso, no se pueden esperar milagros», aseguró.

La escasa efectividad viene acompañada por un nulo rendimiento táctico en las jugadas de estrategia a balón parado , sobre todo de los saques de esquina. El Barcelona ha sido incapaz de aprovechar ni un solo lanzamiento de los 71 que ha dispuesto en los once partidos disputados. Es más, en varias ocasiones ha provocado contraataques del rival, que se beneficiaba de la mala colocación de los futbolistas azulgranas a la hora de preparar las diferentes coberturas.

Con el regreso del Kun Agüero y de Ansu Fati, Koeman se queda sin coartada a la hora de parapetarse en las numerosas bajas que asolaban al equipo y que abarrotaban la enfermería. La falta de hombres importantes en su ataque era la excusa con la que el técnico se justificaba por el pobre rendimiento del equipo. No obstante, continúa empeñado en demostrar que tiene una plantilla descompensada. La decisión de colocar a Dest como extremo derecho es la manera de dejar claro que le falta un futbolista con capacidad para abrir el campo. Y ahí es donde mira hacia Dembélé , que lleva lesionado cuatro meses.

Con el Camp Nou indignado con Luuk de Jong y el entorno molesto con quien le fichó, buena parte de la debilidad ofensiva hay que encontrarla en el descenso en el rendimiento de Memphis, del que se esperaban muchos más goles tras su espectacular pretemporada.