Liga portuguesa

Íker Casillas acepta bajarse el sueldo para seguir en el Oporto

Después de ganar la Liga, el portero madrileño rubrica este 18 de mayo su nuevo contrato para una cuarta temporada en Portugal

FRANCISCO CHACÓN

Se confirmó: Íker Casillas prolonga su estancia en Portugal. El ex guardameta del Real Madrid ha alcanzado un acuerdo con el Oporto para extender un año más su contrato, incluso aunque no le ha quedado más remedio que bajarse el sueldo.

El portero venía cobrando, en estas tres temporadas que lleva en el Estadio do Dragao, siete millones de euros por las dos primeras. Cuatro se los abonaba Florentino Pérez y los otros tres procedían de las arcas del club presidido por Pinto da Costa.

Después, cuando se amplió a una tercera campaña, aceptó un primer corte hasta los cinco millones. Ahora la prórroga implica que dejaría de estar involucrada la entidad de Concha Espina… y las restricciones del ‘fair play’ financiero de la UEFA limitan al Oporto en gran medida.

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Las cifras exactas de la operación todavía no se conocen, pues la rúbrica se celebra este viernes 18 de mayo. Lo que está claro es que Íker ha priorizado la calidad de vida que tiene con su mujer, Sara Carbonero, a orillas del Océano Atlántico.

Sus compañeros le alaban, respetan y quieren tanto que hasta le han llegado a dedicar cánticos cariñosos para convencerle de que se quedara. Finalmente, lo han conseguido.

A sus 36 años, Casillas acumula 114 partidos vestido con la camiseta de arquero del equipo blanquiazul y ha alcanzado su cénit con la conquista de su primer título: la Liga.

Atrás quedan los peores momentos, vividos al calor de la suplencia decretada por su entrenador, Sergio Conceiçao. Desde octubre del año pasado, dos meses y medio en el banquillo tras una discusión de última hora con el técnico antes del choque con el Leipzig en la fase de clasificación de la Champions League. La peor pesadilla desde los tiempos de José Mourinho en el Bernabéu.

Conceiçao le reprochó usar demasiado el teléfono móvil y entrenar con baja intensidad. Pero, como telón de fondo, se añadía una motivación puramente económica: el Oporto tenía un déficit de 35 millones de euros y la sombra de una sanción de la UEFA empujaba al club a vender a su jugador más caro lo antes posible. Las puertas del mercado invernal parecían abrirse, por tanto, para el campeón del mundo y de Europa.

Ya entonces el difícil trance deportivo del ex ídolo madridista contrastaba con la felicidad personal que le produce vivir en la ciudad lusa junto a Sara Carbonero.

Incluso cambiaron de hogar, a menos de un kilómetro de distancia del anterior, en primera línea de playa y con vistas directas al Atlántico. Siempre en la exclusiva zona de Foz do Douro, muy cerca de Matosinhos. Un distrito donde Casillas encuentra grandes facilidades para el desplazamiento diario en automóvil a la ciudad deportiva del Oporto.

La pareja nunca había ocultado su deseo de tener más hijos y, después de Martín y Lucas, les gustaría especialmente disfrutar de una niña, según han confesado en reiteradas ocasiones.

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