Fútbol

Entrenadoras en Primera masculina: el último reto

Futbolistas y técnicos debaten en ABC las dificultades y oportunidades de las mujeres en su progresión en el fútbol, con el banquillo como objetivo

Amelia del Castillo, con los jugadores del club que presidía y entrenaba, el Atlético Pinto Atlético Pinto

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Guadalupe Porras tiene ganas de que empiece la temporada de Liga 2019-20. Con ella, medio país, pues tendrá en sus botas, su uniforme, sus decisiones en el césped, un espejo en el que reconocerse. Es la primera asistente en Primera división masculina. Antes de su debut, Stephanie Frappart dirigirá la Supercopa de Europa masculina entre Chelsea y Liverpool.

Forman parte de ese club de pioneras que arañan techos y conciencias. Como Amelia del Castillo , primera presidenta de un club, el Atlético Pinto, (y entrenadora sin título por la prohibición de participar en las clases prácticas) en los años 60, o Elena Fernández, primera entrenadora de porteros en equipos de Segunda B. Son solo un ejemplo del empuje de las mujeres en el balompié español. Pero queda un último reto, aún infranqueable: los banquillos de ligas masculinas, y aún los femeninas, pues son solo tres entrenadoras en Primera Iberdrola (Valencia, Levante y Rayo Vallecano). Rota esa frontera en otros deportes como tenis o baloncesto, el fútbol es el límite.

Jugadores y entrenadores admiten que ese día llegará, aunque también reconocen sus dudas. Jorge Vilda , seleccionador de la absoluta femenina, está convencido de que verá una «míster» en Primera masculina más pronto que tarde. De hecho, él sumó a Montse Tomé a su equipo como segunda . «Lo que falta es simplemente tiempo. Va a llegar sí o sí. Cada vez hay más mujeres que se están preparando para ello y que se dedican profesionalmente al fútbol en todos los ámbitos. Es un proceso natural. ¿Cuánto tiempo? No se sabe, pero ya tenemos la primera árbitra, también más profesionales en Primera femenina y más aún en selecciones internacionales. Acabará llegando. Seguro».

Máxima preparación

De preparación van sobradas. En el aspecto formativo, cada vez hay más número de alumnas en los cursos de entrenador, y son actualmente 2.600 licencias activas. En el aspecto físico, porque la profesionalización se ha instalado en sus conciencias a todos los niveles. En el aspecto mental, porque ya no hay «noes» que valgan ni frenen.

Así lo explica Toña Is , seleccionadora nacional de las categorías inferiores y nominada al premio «The Best» como mejor preparadora. «Yo estoy formada para entrenar a futbolistas. En mi diploma no pone que sea entrenadora de fútbol femenino ni he cursado nada distinto. Pone entrenadora de fútbol en la misma categoría que la de mis compañeros. Y a partir de aquí estoy preparada para cualquier banquillo. Con sus diferencias, pero no por ser mujeres u hombres, sino porque no entrena igual el Barcelona que el Getafe que el Oviedo».

«Y serán más. Estamos viviendo la profesionalización de las futbolistas, y el paso natural es que después sigan ligadas como entrenadoras. Cuando hay expectativas de progresión hay más opciones para todos», prosigue Vilda.

Apostar por la valía

Ninguno pone una fecha exacta, pero sí un momento concreto para que una mujer en el banquillo de Primera división masculina sea real. «En el momento que un club grande se atreva, llegarán todos los demás y la normalización . Un presidente o presidenta que confíe en quien lo merezca y que se pregunte ‘¿y por qué no una mujer?’. Igual que nosotras creemos y aceptamos que un hombre nos entrene también ellos tienen que entenderlo, que somos entrenadoras igual de formadas», prosigue Is. «Es por capacitación, por personas, no por sexo. Es tu preparación y experiencia la que tiene que valer. Es bueno para todos. Los mejores, arriba», añade Vilda.

Un buen ejemplo es Elena Fernández , ahora en el Atlético femenino, pero desarrollada su carrera en el Adarve de Segunda B masculina y en el Santa Ana. «El primer día les pregunté si les había entrenado antes una mujer y me dijeron que no. Yo les contesté: "bueno, siempre hay una primera vez para todo". Sentía al principio esa incomodidad incluso con las bromas, porque no sabían si decirlas o no cuando si hubiera sido hombre no se lo hubieran pensado. Pero entré poco a poco y trabajé con normalidad. Como parte del cuerpo técnico me tenían que respetar, pero cuando había bromas, había bromas. Entré por mi valía, porque mi trabajo había gustado en otros equipos y se confió en mi profesionalidad . Ni una vez me miraron por encima del hombro o me sentí más observada por ser mujer», explica.

«Somos atrevidas. Como decimos aquí, en muchas ocasiones más "echadas para adelante" que muchos hombres a la hora de tomar decisiones. Solo nos falta crear oportunidades y que crean en nosotras », sentencia Is. Sin embargo, también observan dudas y ciertas trabas para que el momento llegue pronto.

Dudas

«Se ha superado bastante esa barrera cultural de ver a las mujeres en puestos directivos altos, pero la sociedad todavía puede mejorar . Estamos caminando rápido en este aspecto, pero quizá nos hemos dado cuenta un poco tarde de que debemos apostar por las mujeres. La educación también debe estar en las gradas», asume Vilda.

«No es lo mismo un contexto de Tercera o Segunda B, que Primera. Tienes que lidiar con 25 futbolistas y siempre hay dos o tres que van a quejarse de tus decisiones, seas hombre o mujer, pero si eres mujer más. Tiene que haber un cambio muy radical para que se vea como normal. A los hombres que están en banquillos femeninos no se les cuestiona si saca a esta o a la otra, lo asumimos como profesionales que somos, pero creo que al revés no pasaría tan fácil. Y no quiero pensar en lo que podrían decir o inventarse para explicar por qué no juega uno y otro sí. Siendo mujer nos perjudicaría el doble y seguro que si algo falla saltaría la frase de ‘claro, es que tenemos a una mujer’ ».

¿Y los jugadores, qué opinan?

«Sinceramente creo que en un mundo profesional como Primera, Segunda o Segunda B los futbolistas deben ser maduros. Hay que afrontarlo bien, no deja de ser tu entrenadora. Viene a hacer su trabajo, como tú debes hacer el tuyo. No dudo que el choque inicial estará, pero si es profesional tú también debes serlo . Hay entrenadores hombres muy válidos y otros que tienen ese puesto y no vale, que les falta haber jugado o tener experiencia para lleva un grupo. Y creo que los futbolistas lo que quieren es un buen profesional, hombre o mujer. Lo importante es que estén bien preparados y formados», alega Chema Moreno , jugador del Badalona. Ellas lo están, y dispuestas a asaltar ese último reto.

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