Champions League
El enésimo fallo de David De Gea
El portero del Manchester United falló de forma grosera en el segundo gol del Barcelona
En lo que empieza a ser una constante en su carrera, el segundo gol encajado por el Manchester United fue fruto de un error demasiado inocente no ya para David De Gea, sino para un portero de cuartos de final de la Champions League. El asunto está en que parecen ser acontecimientos que sólo tienen lugar cuando el público español le está mirando. Sirva la selección, donde cuerpo técnico y compañeros deben salir en su defensa prácticamente tras cada partido, como ejemplo, corroborado por el alto nivel del portero cuando se desempeña en Inglaterra.
Son las dos caras del guardameta titular de la selección española, un inexplicable para todos aquellos que se sientan a ver sus partidos con el combinado nacional o, como en el caso del partido ante el Barcelona, cuando el United se mide a un club español en competiciones europeas. Entenderá esta disparidad de critero que enfrenta al seguidor de la Premier con el aficionado medio español quien acostumbre a ver los partidos del fútbol inglés. O quien lea que cuatro de los cinco últimos premios al mejor jugador del equipo de Old Trafford, votado por la afición del club, han ido a parar a los guantes de De Gea, el jugador que más veces se ha apropiado de este galardón en la historia «red devil».
Todavía escuecen en España los errores de De Gea en el Mundial, garrafal el que cometió en el empate frente a Portugal en la fase de grupos. Incapaz de parar ni uno solo de los disparos entre los tres palos que la selección recibió durante su concurso en el Mundial, su mal hacer fue carne de memes y burlas constantes en las redes.
Ayer, en el duelo de cuartos de final ante el Manchester, el balón fue a parar a la red después de un inocente disparo de Messi, con la pierna derecha, flojo y a las manos del portero. Se le escurrió la pelota al español, y con ella buena parte del prestigio que minutos después levantó con un paradón excepcional, sobre la línea y en un chut a puerta vacía de Sergi Roberto.
