El pasado sábado volvía a disputarse el derbi escocés entre el Celtic y el Glasgow Rangers , el más antiguo del mundo y algo más que un partido de fútbol por la irreconciliable rivalidad entre sus aficiones.
Aseos del Celtic Park
El Celtic , dominador de la competición en los últimos años, goleó a su adversario (5-1) , que perdió la categoría hace cuatro temporadas por motivos económicos y que completó su escalada a la elite del fútbol escocés el pasado verano y después de llevar a cabo una profunda refundación. Un derbi siempre caliente en el que los seguidores más radicales del Glasgow Rangers protagonizaron importantes destrozos en los aseos y las dependencias del estadio del Celtic.
También un sector de la hinchada del Celtic demostró un comportamiento muy alejado de la deportividad y de lo que debe ser un partido de fútbol. Exhibieron dos muñecos hinchables con distintivos de su rival y con las manos atados, y posteriormente les ataron una soga al cuello para terminar colgándolos en las gradas.
Muñecos hinchables del Rangers «ahorcados» en el Celtic Park
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