Banquillos calientes en Europa

Era un secreto a voces, pero no por ello la salida de Pep Guardiola del banquillo del Bayern de Múnich deja de ser un terremoto para el fútbol europeo, en el que pocos de los grandes equipos del continente tienen seguro su técnico para el próximo verano. Idas y venidas. Mezcla de filosofías entre los clubes europeos más importantes, con el catalán, otra vez, como epicentro de las operaciones. La piedra filosofal. La más codiciada por todos.

Ni siquiera se ha llegado al ecuador de la temporada y son ya muchos los clubes que planifican su próxima campaña con nuevo inquilino en el banquillo. Si hace unos días era Abramovich el que dejaba vacante la banda técnica del Chelsea con el despido de Mourinho –el parche de Guus Hiddink parece temporal–, ayer le tocó el turno al Bayern, que tras el anuncio del adiós de Pep Guardiola confirmó la llegada de Carlo Ancelotti para 2016.

Dos movimientos estratégicos que agitarán buena parte de los banquillos europeos, con los peces más gordos del mercado buscando acomodo para el año que viene.

Mourinho y Guardiola planifican ya su futuro más próximo, aunque es el español el que parece tenerlo más claro. Si hacemos caso a la prensa británica, Pep habría llegado ya a un acuerdo con el Manchester City para comenzar a trabajar allí en el mes de julio, lo que significaría la salida al mercado del chileno Pellegrini. Sería la tercera experiencia de Guardiola en un banquillo y, de nuevo, elegiría una plantilla de campanillas para hacer brillar su libreta. Un equipo que nunca ha brillado en Europa. Ese será su cometido principal.

¿Adiós de Van Gaal?

Tanto Mourinho como Pellegrini tendrán que esperar acontecimientos. Los malos resultados del Real Madrid, la Juventus o el United obligan a la prudencia. Es el holandés el que más cerca tiene su marcha. Tras caer este fin de semana con el Norwich City en casa, reconoció estar «preocupado» por su futuro en el banquillo del United. Un lugar apetecible donde Mourinho, Benítez, Allegri o Pellegrini estarían encantados de continuar con su carrera. Baile de técnicos que no ha hecho más que comenzar. Un castillo de naipes que marcará el destino del fútbol europeo en los próximos años.