Fútbol

Argentina se deprime sin Messi

La estrella de Argentina no jugó y asistió a una goleada histórica, desde el palco, que abandonó un rato antes del final

Messi, en el palco del Wanda Metropolitano AFP

ENRIQUE YUNTA

El España contra Messi , vendido a bombo y platillo este duelo planetario entre una de las selecciones más poderosas del mundo y el futbolista más desequilibrante que se recuerda, pasó a ser un amistoso menor porque el líder de Argentina despertó con mala cara y renunció a correr riesgos después de varios días con molestias, que al parecer no han remitido del todo. Leo Messi, con problemas en el aductor y en los isquiotibiales de la pierna derecha, charló con Jorge Sampaoli y le hizo saber a su entrenador que no iba a estar en condiciones de jugar en el Wanda Metropolitano , pues no tenía sentido forzar al tratarse de un amistoso. Le explicó que, de tratarse de una final o de un encuentro con puntos de por medio, hubiera probado, pero el «10», cada día más sensato -antes lo jugaba todo y ni reparaba en las consecuencias-, optó por sacar bandera blanca y prevenir antes que lamentar.

Quedó pues, una noche bochornosa para Argentina , para olvidar. En la víspera, el propio futbolista fue quien anunció su intención de jugar un ratito -se especulaba que estaría la primera parte sobre el césped rojiblanco- y Sampaoli, en la conferencia de prensa, afirmó que estaba «ok» y en condiciones durante su parlamento, que consistió en repartir piropos a su estrella hasta la saciedad para demostrarle el amor que no siempre ha tenido cuando está con su país. Ante este panorama, las previas, lógicamente, vendían el España-Messi y la afición se emocionaba ante la opción de ver cómo se expresaba el conjunto de Lopetegui con Messi enfrente.

Prevención

Pero, al mediodía de ayer, saltó la alarma y se especuló con la baja del atacante para el duelo. Le atosigaron de nuevo las molestias de buena mañana y, definitivamente, comunicó al cuerpo técnico que era mejor descansar y estar disponible para el tramo final de la temporada con el Barcelona , a un pasito de la Liga y con los cuartos de la Champions contra la Roma a la vuelta de la esquina. Además, quedan menos de 80 días para el Mundial y nadie se puede imaginar al azulgrana fuera de forma en el torneo ruso.

Así que Argentina comprobó cómo es la vida sin Messi, que evidentemente es más triste y deprimente porque es un jugador que condiciona cualquier dibujo o esquema y da luz a la pelota, el día y la noche. Claro, ni Banega ni Lo Celso ni Biglia se asemejan a Messi, que siguió el duelo desde un palco del Wanda Metropolitano (ni siquiera se sentó en el banquillo), devastado a medida que llegaban los tantos españoles. Contó hasta seis y su cara era un poema. Incluso se marchó del palco cuando aún quedaba la recta final del partido por jugar.

Podrá decir Argentina que lo de este martes 27 de marzo de 2018, fecha para siempre, carece de valor por tratarse de un amistoso y porque no estaban ni Agüero, ni Di María ni Messi. Fue la peor derrota de la historia de Argentina, menor y vulgar cuando no encuentra a su «10».

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