Los amigos de Maradona hablan con ABC: «Salía a la calle y sabía que era Dios, pero después jugaba en la piscina como un niño»

Sus amigos cercanos resaltan la sencillez del futbolista detrás del telón y sobre todo, su gran generosidad. Reconocen que todos los argentinos lo van a echar de menos.

Varios heridos en el velatorio de Maradona

Diego Maradona le enseña a Fidel Castro un tatuaje que tiene con su cara/ El mundo del fútbol llora la muerte de Maradona Alfredo Tedeschi/ ATLAS

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Alfredo Tedeschi empezó su amistad con Diego Maradona de la manera menos fraternal posible. Diego llegaba a La Habana con Claudia, su mujer de casi toda la vida, y Alfredo lo perseguía como buen periodista (entonces era corresponsal de Reuters en Cuba) para sacar la exclusiva de su llegada a la capital cubana para iniciar su rehabilitación. Claudia le pidió a Alfredo que bajara la cámara y este accedió pero su compañero siguió dándole golpes al botón del flash hasta que Diego se acercó y les rompió el cristal del coche de un trompazo . De esta anécdota han pasado exactamente 20 años.

Por aquellos tiempos, la mujer de Alfredo conoció a Claudia en el gimnasio y cuando esta percibió el acento argentino común se le acercó y le preguntó cómo conseguir esos insumos tan difíciles de obtener cuando se vive en una dictadura: sal sin sodio, fideos especiales...« Yo tenía buenos contactos en Estados Unidos y al otro día mandé a traer un cargamento con lo todo lo que necesitaba».

Diego Maradona, Fidel Castro y Alfredo Tedeschi en La Habana ABC

Alfredo seguía mientras tanto haciendo su trabajo: cubrir las vueltas que Diego daba a Las Praderas, donde se rehabilitaba, para conseguir la foto. «Uno de esos días se me acerca Guillermo Coppola (íntimo amigo de Maradona) y me dice que pase, que Diego me quería conocer. Pasé y me pidió disculpas por lo del cristal . Yo le ofrecí una antena que tenía y un decodificador que tenía en casa para ver al fútbol y así empezamos a vernos».

Como buenos argentinos, del fútbol pasaron al asado y del asado a los encuentros interminables que hacen gala de una la amistad , ese «valor» para los argentinos casi o igual que la familia. «Entablamos amistad hasta que yo me fui de Cuba, en el 2003», narra Tedeschi que asegura que el Diego que nadie conoce, el que no es un Dios, el que no es el personaje más conocido del planeta, es un hombre «normal y generoso», que solo quería jugar como un niño .

« El Diego que nadie conoce es el tipo más normal y generoso que hayas conocido . Tenía una generosidad enorme con todos los que daban afecto, una generosidad importante, porque él hacía todo a lo grande», cuenta y recuerda la moto de agua que le obsequió. Pero también los días navegando por las cristalinas aguas cubanas. « Era un tipo maravilloso que amaba a su mujer, a sus hijas... ».

Cuando casi para un partido en el estadio del Bayern

Tedeschi no termina la frase sin justificar o aclarar las acciones que marcaron lo peor de Diego, convencido de que su amigo no era el que tenía ese costado que ningún argentino quieren ver: « La droga lo trastocó, las pérdidas de control de Diego vienen todas a raíz de su adicción , no era un tipo agresivo; los años que conviví con él y con Claudia se le veía amable, correcto...Se aparecía con un ramo de flores para mi suegra».

Diego era ese, el que disfrutaba de la piscina como un niño: «Sabía que salía a la calle y era Dios pero internamente, en familia, era super normal, jugaba en la piscina como un niño, se tiraba al agua con los chicos , se levantaba a abrir la nevera, no esperaba que nadie lo atienda».

El lado «poderoso» de Diego se veía, como narra Tedeschi, en la calle: « Es muy fuerte andar por la calle con él , la fama de Diego no se puede describir, todo se hacía como él quería». Recuerda así el día que fueron al estadio del Bayern de Múnich el día de la despedida de Lothar Matthäus . Al fotógrafo y a mi no nos querían dejar de pasar. Él se da cuenta y le dice al guarda de seguridad, en español: "Si ellos no entran yo me voy, a punto de empezar el partido"».

El penalti a Fidel Castro

Pero una de las anécdotas más inolvidables para Tedeschi es el encuentro con Fidel Castro . «Un día Diego me dijo: " Vamos a ver a Fidel ". Yo le dije que tendría la agenda ocupada pero él insistía. Vamos a la puerta, como quien va a la casa de cualquier amigo y nos dicen que el Comandante nos va a atender. Así estuvimos en el despacho hablando tres horas de fútbol, de la vida».

Recuerdo que Fidel le decía a Diego que su oficina tenía los trece pasos que hay desde donde se patea el penalti a la portería y Diego le decía que no. Al final , Fidel mandó a buscar una pelota y Diego hizo el penalti ».

Alfredo Tedeschi navengando con Diego Maraona ABC

«Tenía un aura alrededor»

El 25 de noviembre quedará marcado en la memoria de todos los argentinos. Los que querían a Maradona y los que lo odiaban. Porque así son los argentinos: aman u odian, siempre en los extremos .

Y esos extremos, estrechamente vinculados a sentimientos tan profundos como peligrosos como la pasión, entra el fútbol. La tristeza por la muerte de Maradona se mezcla con la afición de Tito por el club de sus amores: Boca Juniors.

«Hoy juega mi Boca querida, pero no será igual; uno no se siente bien porque para mi el era eterno, era inmortal, cuántas veces lo mataron, cuántas veces sobrevivió... Le llegó la hora, se venía venir, no estaba bien y la realidad es que se descompensó y no pudo aguantar y desgraciadamente no lo tenemos más», narra Tito Rivas quien trabaja en Boca desde el año 1981, «el año en que contratan a Diego y Boca sale campeón. Después fue vendido al Barcelona, en diciembre de ese año».

Tito recuerda aquella despedida en la cancha de Boca antes de marcha a España. «Se hizo un homenaje y vinieron varios jugadores...Tenía a las hijas en brazos...Fue cuando nació la frase "la pelota no se mancha"...La Bombonera se vino abajo»

Para Tito, que lo vio bien de cerca, « Maradona era un tipo que tenía un aura alrededor , no era una persona común y eso que recién empezaba». Tito resalta, como Tedeschi, la generosidad de Diego: «A los 16 años se puso toda la familia al hombro y colaboró con todos, ayudó a sus hermanas, hermanos...Después pasó en su vuda lo que tenía que pasar, se fue tranquilo después de reconocer a sus hijos...Eso le hizo bien».

Para Tito, en lo futbolístico, Diego lo representó como argentino: « Te podías ir al lugar más inhóspito y decías Argentina y te respondían Maradina: es el mejor embajador que existió».

Tedeschi cuenta que en las calles de Buenos Aires reina el silencio. « Lo vamos a extrañar los argentinos ».

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