Joey Barton atiende a los aficioandos antes de un partido del Burnley, su equipo en esta temporada
Joey Barton atiende a los aficioandos antes de un partido del Burnley, su equipo en esta temporada - Reuters
Fútbol

La adicción por las apuestas pasa factura a Joey Barton, el chico malo del fútbol inglés

Protagonista de numerosas polémicas dentro y fuera del césped a lo largo de su carrera, el centrocampista recibe un duro castigo de la FA

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«Al igual que hice pidiendo ayuda cuando tenía problemas con el abuso de alcohol o con el manejo de la ira, ahora tengo que hacerlo con las apuestas. Y lo haré». El veterano Joey Barton, uno de los jugadores más controvertidos y polémicos que ha dado el fútbol inglés, vuelve a acaparar portadas en el ocaso de su carrera y no precisamente por sus méritos deportivos. El centrocampista, esta temporada en las filas del Burnley, era sancionado este miércoles por la Federación Inglesa (FA) con 18 meses de suspensión por participar en apuestas ilegales. Una adicción que arrastraba desde hace años y que ha terminado convirtiendo la vida del futbolista en un calvario.

La Federación Inglesa prohibe tajantemente a los futbolistas «apostar directa o indirectamente o instruir, permitir, causar o propiciar que ninguna persona apueste sobre el marcador o resultado de partidos de fútbol en todo el mundo».

Una norma que Joey Barton ha violado reiteradamente durante años. Ahora se ha sabido que en una década, entre 2006 y 2016, realizó más de 1.260 apuestas.

«He luchado contra mi adicción a las apuestas y he proporcionado a la FA certificados médicos sobre el problema que tengo. Estoy decepcionado de que no los hayan valorado. Una sanción de 18 meses es mucho más larga que las que se han impuesto a jugadores que han apostado para que su equipo perdiera, contrariamente a lo que he hecho yo», lamentó el jugador en un comunicado después de conocer su sanción, que incluye también una multa de 35.000. Un castigo que será recurrido por el centrocampista.

Pero el vicio por las apuestas no ha sido su única perdición. La trayectoria de Barton en el fútbol ha estado siempre marcada por la polémica, dentro y fuera de los terrenos de juego. Un carácter irascible y en ocasiones violento traicionó sobre la hierba en más de una ocasión al centrocampista, que también protagonizó varios escándalos lejos de los estadios. Y más desde que se sumó a Twitter, donde fomentó aún más su mala fama.

Un azote en Twitter

Después de militar en el Manchester City, Newcastle y Queens Park Rangers, cruzó el canal de la Mancha para jugar como cedido en el Olympique de Marsella. Club en el que el «bad boy» (chico malo) del fútbol inglés no consiguió atemperar su carácter. En mayo de 2013, era sancionado por la Ligue 1 gala por sus excesos verbales en las redes sociales. Sin pudor alguno, llamó «transexual con sobrepeso» a Thiago Silva, central brasileño del PSG.

Pero no solo los rivales fueron objeto de los comentarios ofensivos de Barton a través de Twitter. En abril de 2013, después del fallecimiento de Margaret Thatcher, la que fuera primera ministra de Inglaterra, el jugador incendió la red con sus mensajes. «Diría que Maggie descanse en paz, pero no sería verdad. Si el cielo existe, esa vieja bruja no estará allí...», fue la contundente despedida después de varios mensajes en el mismo tono hiriente.

Ya en el ocaso de su carrera, con 34 años, Barton, que llegó a debutar con la selección inglesa, vuelve a verse en el centro del huracán. En este caso por las apuestas ilegales, una adicción que ya le causó problemas durante su estancia en el fútbol escocés. En los seis meses que defendió la camiseta del Rangers, el centrocampista también dejó su huella. En noviembre de 2016, mes en el que se desvinculó del Rangers, fue sancionado por la Federación de ese país por violar las normas relativas a las apuestas. Barton admitió haber realizado 44 apuestas entre el 1 de julio y el 15 de septiembre de 2016.

Las apuestas han terminado convirtiéndose en una adicción enfermiza para el centrocampista, que este miércoles era sancionado por la Federación inglesa sin poder jugar durante 18 meses. «Estoy muy decepcionado con la dureza de la sanción. Esta decisión me obliga a un retiro prematuro del fútbol. Acepto que he violado las normas, pero creo que el castigo ha sido mayor que el que le impondrían a futbolistas menos controvertidos», se lamentó Barton en su comunicado.

«Soy alguien que he cometido errores en el pasado y que ha intentado siempre aprender de ellos. Y ahora mi intención es hacer eso. Este es el último problema en el que me he metido por culpa de mi actitud», añadió en su esto. Nunca es tarde para cambiar y así también lo cree Joey Barton, el incorregible chico malo del fútbol inglés. Que lo consiga, depende de su fuerza de voluntad.

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