Recital de Hamilton en la locura en Estambul

Lewis Hamilton gana una carrera loca y divertidísima en Estambul, conquista su séptimo título de Fórmula 1, pero necesita un tiempo para digerir lo que ha sucedido y domesticar la emoción que siente. «Se lo dedico a todos los niños del mundo, nunca dejéis de perseguir vuestros sueños», les dice. Hamilton vuelve a ser campeón, y atrapa a Schumacher, después de un recital en la pista mojada de Turquía, un hilo fino que puso a los pilotos en el alambre, invocó a las mentes templadas y con experiencia. Ganó Hamilton en un podio con Sergio Pérez (Racing Point) y Sebastian Vettel (Ferrari). Carlos Sainz, magnífico, fue quinto.

Estupenda la matinal en Turquía , soberbia la carrera de Fórmula 1. Deparó tantas variantes que atrapó a seguidores y no seguidores porque tuvo todos los ingredientes. Hamilton no tenía este sábado el mejor coche, no era el Mercedes de las grandes ocasiones, y aún así venció porque es el más grande de los actuales pilotos de la F1.

Una lección para Max Verstappen , el relámpago que amenaza con destrozar todos los récords, y que se pasó la mañana en la grava o haciendo trompos. Tiene la velocidad, pero le falta la templanza de la que hizo gala Hamilton.

Llovía al principio, luego no, más tarde tal vez y eso procuró una carrera distinta a las habituales, con los Racing Point en cabeza , los Ferrari en buena disposición y los Red Bull con velocidad y manos para sorprender. A la hora de la verdad, Hamilton surgió de ninguna parte, conservó los neumáticos intermedios (verdes), y se impuso a todas las adversidades. Fue un gran espectáculo.