Fórmula 1
La multinacional Alonso S.A.
Tras anunciar que deja la F1, el piloto extiende sus negocios por el mundo: ropa, eSports, escuelas de karting, acuerdos tecnológicos, un circuito-museo y un equipo de Fórmula Renault
Es posible que en siete días el impacto deportivo y social de Fernando Alonso se reduzca a la mitad. En Abu Dabi cerrará 17 años de su vida en la Fórmula 1 . También es posible que su popularidad se realce por otra vertiente, la empresarial. El piloto deshizo la encrucijada en verano: decidió abandonar su deporte ante la perspectiva de otro curso sin resultados. No gana una carrera desde la primavera de 2013, cinco años y medio. Según ha menguado su palmarés han crecido sus tentáculos lejos de los circuitos. Desde su posición de estrella mundial ha montado una multinacional en diversos segmentos. Sus negocios se extienden por los cinco continentes: una marca de ropa de venta por internet, un equipo que compite en los videojuegos, un proyecto de 40 pistas de karting en China, acuerdos tecnológicos con empresas norteamericanas, un circuito de karts más un museo con sus recuerdos y un campo de golf en Asturias, un libro que saldrá con suerte en la próxima primavera y, lo último, un equipo de Fórmula Renault.
Alonso, 37 años, ha forjado un personaje durante 17 años que fue de más a menos en la Fórmula 1. Tipo recio, profesional y decidido, ganó dos Mundiales, en 2005 y 2006, y convirtió un deporte minoritario en un espectáculo de masas. Después de 32 victorias, 311 carreras, 22 poles y cuatro equipos , pliega velas porque no encuentra acomodo en un coche potente que lo transporte a un tercer título.
Esa decadencia mediática contrasta con su actividad frenética en despachos y moquetas. «Llevamos unos meses de no parar», cuenta su mano derecha, Luis García Abad , 30 años de desempeño en el mercado del automóvil, 17 con el piloto. Por televisión apenas se le ve, pero Alonso ha expandido sus marcas por medio mundo.
Hace tres años y medio inauguró su sede central de actividades, el circuito de karts y Museo Fernando Alonso situado unos kilómetros al norte de Oviedo. Punto de abastecimiento de su negociado, el complejo organiza carreras de categorías inferiores, promociona una escuela de pilotaje, imparte cursos de seguridad vial, genera presentaciones de coches y se postula como salida para una etapa de la Vuelta a España, además de acoger visitantes para su museo. Alonso y su familia también gestionan el cercano campo de golf de la Morgal.
Desde esa iniciativa nació el proyecto que presentó esta semana en Shanghái, coincidiendo con las Seis Horas del WEC en las que participa. A estilo y semejanza de su pista de karts, aspira a encontrar a un piloto chino capaz de llegar a la Fórmula 1. El pasado jueves presentó un plan para levantar 40 circuitos de karts por todo el país asiático, en modelo franquicia. El proyecto se llama «Alonso New Energy Karting Center» y ha empezado a funcionar en comunión con la empresa Shanghai Yi Qian Communication. Su idea es delegar cada instalación en empresarios chinos. El pasado martes visitó las tres primeras localizaciones de los futuros circuitos que llevarán su nombre. Un acuerdo firmado con Alibaba Cloud supervisará la evolución de los pilotos, en estas escuelas, a través de una aplicación. Una especie de telemetría que recopila información sobre entrenamientos, carreras, condición física...
Marca de ropa y accesorios
Hace casi dos años, marzo de 2017, el piloto puso en el mercado Kimoa , una marca de ropa y accesorios de inspiración surfera con sede en el centro de Madrid, que solo vende por internet. Kimoa, vocablo hawaiano que significa «sentarse y ver caer el sol juntos», fue parte del acuerdo que habría establecido Alonso en su contrato profesional con McLaren . Según el portal especializado Business Book GP, el asturiano habría cobrado 12 millones como piloto del equipo en un trato que incluiría 20 millones por la presencia de Kimoa en el alerón trasero del coche de F1. El contrato con Ali Baba permite a Kimoa configurar productos específicos para el mercado chino.
Además de las inversiones que ha realizado en el mercado inmobiliario (tiene su vivienda en Lugano, Suiza), el piloto es propietario de un equipo de eSports, FA Racing Logitech , en el que realizó un casting para escoger a sus jugadores. Logitech es el socio oficial de tecnología para periféricos de McLaren. «Queremos competir en todas las carreras virtuales. Los eSports son el futuro», declaró Alonso en la presentación el pasado febrero en Barcelona.
Más allá de estas relaciones comerciales, el deportista también se ha unido a Tencent , una multinacional china que provee productos, servicios y publicidad en internet. Su idea es crear un sucursal china de eSports.
En Estados Unidos el vínculo es con Wenn Digital , una empresa de reconocimiento y monetización de tecnología en internet que recientemente firmó un acuerdo con Kodak para crear KodakOne, una plataforma de gestión de derechos de imagen y moneda virtual.
El penúltimo paso del ovetense ha consistido en asociarse con Drivex, la empresa que gestionan los expilotos españoles Pedro de la Rosa y Miguel Ángel de Castro, para lanzar una escudería de formación que compita en la Fórmula Renault , monoplazas de 560 kilos y 480 caballos que concursan en la Fórmula Renault Eurocup. El equipo se llamará FA Racing by Drivex .
A falta de nuevos anuncios deportivos que el piloto promete en los próximos meses, y de un regreso a la Fórmula 1 en 2020 o 2021 que en su entorno nadie descarta, el piloto y su manager están escribiendo un libro. Con tal caudal de actividad en el último año (Alonso ha corrido en la F1 y en el Mundial de Resistencia , 26 pruebas en total), el anuncio de presentar un ejemplar literario con revelaciones y confidencias se ha pospuesto hasta la primavera próxima, más o menos cuando el piloto retorne potente a la actualidad en las 500 Millas de Indianápolis .
